Opositores siguen incitando a la violencia
en Venezuela

CARACAS, 17 de mayo.— El gobierno venezolano censuró a los sectores opositores que siguen apostando a la violencia mientras se trata de impulsar el diálogo nacional, reporta Prensa Latina.

El vicepresidente de la República, José Vicente Rangel, denunció anoche la actitud en ese sentido asumida por algunos grupos opositores al final de una jornada llena de falsos rumores destinados a provocar intranquilidad en la ciudadanía.

El propio Rangel fue objeto de una agresión en la ciudad de Valencia, a 106 kilómetros de esta capital, a donde acudió para participar como invitado en la asamblea nacional de la empresarial Confederación de Comercio (Consecomercio).

Grupos previamente organizados cerraron el paso al automóvil que conducía a Rangel, trataron de volcarlo y adoptaron otras actitudes violentas, con amplia cobertura periodística, especialmente de los canales de televisión privados.

A pesar de que acudieron al lugar efectivos de la Guardia Nacional, estos recibieron la instrucción de no emplear la fuerza para dispersar a los agresores y tras un rato disuadiendo a los manifestantes, lograron abrir paso al auto.

El incidente se registró después que redacciones de medios de difusión, organismos y hasta teléfonos y computadoras particulares fueron virtualmente inundados a lo largo de la jornada con la difusión de falsas noticias sobre movimientos de tropas.

La campaña, evidentemente dirigida a provocar intranquilidad, incluyó el rumor del abandono del país de la primera dama Marisabel Rodríguez de Chávez, a quien se le situó por los propagadores del infundio viajando hacia República Dominicana.

La esposa del Jefe de Estado debió hacer declaraciones a un canal de televisión desmintiendo tal información, de la cual se habían hecho eco hasta algunas emisoras radiales.

Finalmente, las televisoras transmitieron la interpelación hecha por una comisión parlamentaria al vicealmirante Héctor Ramírez, quien ocupara por menos de 48 horas la cartera de Defensa en el gobierno de facto.

Ramírez, una de las figuras clave del golpe, al igual que otros oficiales declarantes, aseguró que en Venezuela no hubo tal insubordinación y soslayó su participación, a pesar de ser quien trasladó detenido a Chávez hasta la isla de la Orchila.