Para Portela, el abrazo de Cuba

Arnaldo Musa

"Queridos Portela y Cristina, les damos a ustedes nuestra bienvenida, nuestro abrazo fraterno, emocionado, por su regreso a la Patria; queremos expresarles, en primer lugar, la felicitación y el mensaje de bienvenida de nuestro Comandante en Jefe, de todos los compañeros del sector que laboran en el servicio exterior, y de todo nuestro pueblo."

Así se expresó el canciller Felipe Pérez Roque en la bienvenida al embajador Joaquín Álvarez Portela y a su esposa Cristina Fernández en el aeropuerto José Martí, a su regreso de Uruguay, donde había sido objeto de una multitudinaria despedida solidaria ante la impopular decisión gubernamental de declarar al diplomático persona non grata y romper relaciones diplomáticas con nuestro país.

Junto a Felipe, se encontraban el ministro de Gobierno, Ricardo Cabrisas, el viceministro primero del Ministerio del Comercio Interior, Orlando Guillén; el Consejo de Dirección del MINREX, y otros trabajadores de este organismo.

Felipe señaló que el trabajo de Portela en Uruguay, aunque corto, marcó una huella indeleble en la política exterior cubana.

"Su trabajo constructivo con todas las fuerzas sociales, con todos los sectores políticos de aquel país, su trabajo abnegado, sencillo, austero, a favor de las relaciones, se vieron tronchados no por causa y responsabilidad de Cuba, sino todo lo contrario; devino un enfrentamiento diplomático, exclusivamente responsabilidad del Presidente de Uruguay", dijo el Canciller, quien apuntó que, no obstante, ello no disminuye en lo más mínimo nuestra vocación de seguir trabajando en la defensa de los principios que sustenta la Revolución cubana y de las posiciones de todos los países latinoamericanos y caribeños.

En este contexto, Pérez Roque subrayó que las vacunas donadas por el Gobierno cubano llegarán a los niños uruguayos y, como el embajador Portela dijo en la multitudinaria despedida en Montevideo, "ninguna familia uruguaya tendrá que llorar la muerte de su hijo, porque no haya estado allí la mano solidaria y el corazón de los cubanos".

"La Revolución es más fuerte, su prestigio es más grande. Nuestro pueblo se siente satisfecho de ustedes y les da la más cordial bienvenida", finalizó el Ministro de Relaciones Exteriores.

Al agradecer la bienvenida, Joaquín Álvarez Portela destacó el papel jugado por todos los compañeros de la sede diplomática en Montevideo, y dijo que allí conoció a extraordinarios amigos, pero también la bajeza y la mezquindad de quienes, como denunció el prócer José Artigas, rinden el patrimonio de su Patria al bajo precio de la necesidad.

"Yo soy solo aquí un soldado de la Revolución. A cualquier compañero que le hubiera tocado esta tarea, estoy convencido que lo hubiera hecho igual", expresó Álvarez Portela, quien no pudo contener la emoción cuando recordó la masiva despedida popular: "Me pude ir con la tranquilidad de que la mayoría del pueblo uruguayo me declaró desde mucho antes y ayer, al partir, persona grata".