CAMAGÜEY.— La región agramontina no escapa a los daños que origina en esta provincia la intensa sequía, lo cual fue corroborado por una Comisión de Gobierno presidida por José Luis Rodríguez, vicepresidente del Consejo de Ministros y titular de Economía y Planificación.

La Comisión conoció que las precipitaciones promedio de los últimos años en Camagüey han estado por debajo de la marca histórica, con déficit anuales de 205 a 225 milímetros, incluso mayor al año 2000, que fue de 237,3, tendencia que se observa en el transcurso de este 2002.

La disminución de las lluvias, visible en la pérdida del verdor de los campos y la erosión de los suelos, con sus consecuencias negativas para las producciones agrícolas y ganaderas, también se refleja en los embalses de manera acentuada en los que abastecen a la población con un nivel de llenado que no rebasa el 20 % de la capacidad total.

Esta situación se enfrenta con varias medidas que incluyen la regulación en la entrega a los sistemas de acueductos y la intensificación de la supresión de salideros. Actualmente se les suministra el agua en pipas a más de 65 000 habitantes de varios municipios y a unas 70 000 cabezas de ganado vacuno de las 170 000 que la necesitan. Los especialistas informaron que es notoria la ausencia del agua en 790 tranques, 63 micropresas y 571 pozos.

José Luis Rodríguez, quien presidió el análisis junto a Salvador Valdés Mesa, primer secretario del Partido en Camagüey, y Jesús García Collazo, presidente de la Asamblea Provincial del Poder Popular, señaló que la población tendrá máxima prioridad en el suministro de agua.

Explicó que esta difícil situación climatológica obliga a tomar nuevas medidas incluida la entrega de suministros adicionales para la masa vacuna, cuya producción de leche merma en miles de litros diarios y puede tener sus efectos negativos en la reproducción ganadera.