Clausura de La Huella de España

Final con espíritu

ANDRES D. ABREU 

El XIV Festival La Huella de España, dedicado este año a Andalucía, se despidió el último domingo. Y lo hizo con la fuerza flamenca de Eva La Yerbabuena, acompañada del cante de Segundo Falcón y Arcángel, y lo carnavalesco gaditano de la chirigota Los Fantasmas (recogiendo otra nueva demostración de gran popularidad y afecto del público), acompañados de lo cubano y lo universal expresado por el Ballet Nacional de Cuba, interpretando Paquita (Grand pas).

También contaron los aportes del Ballet Español de Cuba con la coreografía Sentimiento y compás (estreno de su director Eduardo Veitía), el Teatro Lírico Nacional con la soprano Maité Milián cantando Habanera ("L'amour est un oiseau"), de la ópera Carmen, y el coro escenificando Curros del Manglar, de la zarzuela María La O, y el Conjunto Folclórico Nacional cerrando con Rumbas y currerías, 

Fue esta armónica gala de cierre, junto al espectáculo inaugural, un momento para expresar desde la escena la huella cultural y afectiva que fluyó durante estos días de encuentros nunca cerrados gracias a la noches de tablao en la Sociedad Andaluza de Cuba.

La Sala Lorca del Gran Teatro de La Habana al cerrar cortinas dejó adentro las marcas de un desfile de figuras jóvenes, vitales y pujantes en el arte que actualmente aporta Andalucía, donde el menor calado estuvo dado por el Taller de Danza Contemporánea del Centro Andaluz de Danza y los más altos tonos quedaron impresos durante la gala Sones flamencos. 

A Carlos Cano se le recordará eternamente en esta Isla, pero durante largo tiempo, al evocar su memoria, nos acompañarán las canciones y el baile que se le tributaron durante este espectáculo y donde reapareció sobre las tablas cubanas ese fenómeno de la danza española que es Eva La Yerbabuena.