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![]() Las computadoras... ¿simples máquinas de escribir? Sin una política adecuada para su utilización, se desaprovechan estos modernos equipos ALEXIS SCHLACHTER ¿A usted se le ocurriría emplear un tractor para arrastrar cochecitos de niños...? ¿O utilizar modernos aviones en trasladar una sencilla carta...? ¿Quizás, aprovechar la fuerza de un tras-atlántico con el fin de llevar en sus bodegas una solitaria bolsita de maní tostado...? Las respuestas con un NO mayúsculo son obvias. A nadie en su sano juicio se le ocurren semejantes despilfarros económicos y tecnológicos... Sin embargo, con igual lógica podría preguntárseles a directivos de empresas si utilizan sus computadoras en red como simples máquinas de escribir. Por supuesto, las respuestas serán negativas... pero solo teóricamente en no pocas ocasiones, porque la práctica cotidiana muestra bastante a menudo el negativo fenómeno, como han detectado sucesivas supervisiones desarrolladas por la especialista Mirta Quesada, del Instituto de Documentación e Información Científica y Tecnológica (IDICT) del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente. ¿De qué manera se subutiliza ese moderno servidor que en la zona europea de Eurasia llaman ordenador y en esta parte del planeta denominamos computadora? Muy sencillo. Pondré solo un ejemplo. En cierta gran empresa del país hay decenas de computadoras puestas en red, o sea, conectadas entre sí. Pero...¿qué tipo de información contienen en sus poderosas memorias electrónicas? Cartas empresariales, recibos, avisos para ser impresos, correos electrónicos... y nada más. Prácticamente lo mismo que podría hacerse con una vieja máquina de escribir, salvo los e-mail. Lo curioso es que cuando se les pregunta a los empresarios aludidos acerca del grado de informatización de sus unidades, responden orgullosos: "muy alta"... refiriéndose solamente al número de computadoras. Sin reparar en la estrategia acerca del contenido, o sea, la información en las modernas máquinas de cómputo que ayude, entre otros menesteres, a tomar decisiones clave para el desarrollo perspectivo de la empresa. Y ahí está una de las diferencias clave entre aprovechar y subutilizar las computadoras. ¿Qué tipo de información deben tener esos avanzados sistemas? Ante todo, una clara exposición dirigida a directivos y empleados para conocer, todos sin excepciones, la misión fundamental de la empresa, los objetivos estratégicos, la política comercial, el análisis de la competencia, los sistemas de control de la calidad, las vías destinadas a llegar al fin propuesto e igualmente, un monitoreo a la propiedad industrial (marcas, patentes de invención vinculadas con la producción o servicios de la entidad), y el estado de actualización y modernización. En fin, información acerca de aquello que ayude en un momento determinado a tomar decisiones importantes y de largo alcance. Para eso deben servir fundamentalmente las computadoras, sin por esto eliminar tareas de menor cuantía, aunque necesarias en las oficinas (cartas, avisos, memorandos, etc). Incluso, cierta mentalidad empresarial anticuada continúa utilizando la computadora para imprimir documentos con recordatorios acerca de reuniones, citas, etc... cuando podría ser eliminado sin problema el soporte de papel dentro de las oficinas. Si se crea el hábito de acceder cotidianamente a los mensajes electrónicos, ¿para qué hace falta la impresión de estos?...¿cuántas toneladas de papel —y tiempo— podría ahorrar el país? Paralelamente, aprovechar la potencialidad de diálogo simultáneo mediante computadoras conectadas en red puede llevar a establecer conferencias y discusiones en línea e, incluso, ofrecer cursos de superación sin necesidad de papel. Entonces la capacidad electrónica de las computadoras para acumular gran cantidad de informaciones útiles y facilitar su acceso en cualquier momento sin necesidad del clásico soporte de papel, constituyen ventajas innegables respecto a esas reliquias de museo llamadas máquinas de escribir. El asunto merece reflexión nacional porque tiene que ver, por una parte, con el desperdicio económico que significa tener subutilizadas máquinas adquiridas en divisas y, en la otra vertiente, con el desaprovechamiento de un poderoso recurso informativo que ayuda a tomar decisiones acertadas. El tema está presente en el Congreso Internacional INFO 2002 que se desarrolla desde ayer en el Palacio de las Convenciones. Sirva este comentario para que nuestros empresarios valoren si están utilizando sus computadoras en red como poderosos auxiliares en la toma de decisiones... o como simples máquinas de escribir.
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