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18/04/2002
Portada de hoy

Cuba, nación libre y soberana

GLADYS MARÍN
Secretaria General del PCCh

No hay país en el mundo que atraiga más la atención de todos los pueblos y gobiernos que Cuba. Su bandera, como símbolo, es agitada en toda manifestación progresista, democrática y popular.

Pese a enfrentar una guerra declarada por los EE.UU. expresada en el bloqueo criminal de más de 40 años, agresiones, invasiones, atentados, Cuba ha salido adelante. Pese a mil dificultades, ha invertido todo su esfuerzo en lo más valioso y sólido que puede sostener el desarrollo de una nación: el capital humano.

La educación, la salud, la vivienda y el trabajo, están asegurados (y el que no lo tiene recibe una parte de su salario). La igualdad y la libertad son una realidad. Además, están los valores morales, la cultura, que hace que los cubanos sean un pueblo consciente de su realidad y con tremendo sentido de solidaridad hacia los pueblos del mundo. Miles de médicos cubanos están en países africanos, en América Latina y el Caribe. Y en los lugares más apartados, como pude verlo y emocionarme en la montaña del Quiché (Guatemala), donde conviví con los médicos que allá realizan su labor en condiciones muy difíciles.

Hoy, Cuba tiene como objetivo llegar al pleno empleo. Se movilizan miles de jóvenes estudiantes y universitarios en programas de servicio social, y se han entregado computadores a todas las salas de clases. Hoy se trabaja para que cada profesor solo tenga 20 alumnos como máximo.

¿Por qué entonces la pretensión de condenar a Cuba por violaciones a los derechos humanos? ¿O sancionarla, llamarle la atención, o enviarle inspectores? ¿A qué razón responde, sino a la política imperialista de los EE.UU., que pretende que todos los pueblos sean sus vasallos, obedezcan sus órdenes, y que sus economías y democracias sean una pobre copia de su pobre democracia?

¿Es que acaso el golpe militar en Chile no fue obra de su intervención que lo financió y provocó, creando desestabilización, atentados, sabotajes y embargos económicos, y una guerra sicológica presentando al gobierno del Presidente Allende como la expresión del caos y el desabastecimiento. Lo mismo que hoy intentan hacer en Venezuela?

Con Cuba han intentado lo mismo desde hace 43 años. El ejemplo de gobierno democrático, expresión de la mayoría —en primer lugar de los trabajadores— y participativo, donde no se permite que un puñado de multimillonarios explote y se apodere de todas las ganancias, es algo que el sistema capitalista y la superpotencia de los EE.UU. no pueden permitir.

Un pueblo como el cubano, al que su Gobierno le ha dado las armas de la educación y la cultura, y las armas para defender a la Revolución, podría levantarse contra su gobierno ¡Y no es valor el que le falta! Si no, veamos la dignidad con que los representantes de Cuba se levantan en todos los grandes escenarios del mundo.

Han pasado ya algunos meses desde el atentado a las Torres Gemelas. Hoy realmente muy pocos creen que EE.UU. lucha contra el terrorismo. La verdad es muy distinta: en medio de una profunda crisis económica, que ya se torna cíclica, la única potencia totalitaria del planeta trata de arrasar con la diversidad y con lo que ha definido como "sus enemigos", para instalar en el mundo el control total y absoluto de los recursos y riquezas naturales, y dominar los flujos de capital especulativo.

Todo esto se traduce en más pobreza y desigualdad para nuestros pueblos; más cesantía y jornadas de trabajo brutales. La tendencia a la impunidad a los violadores de los derechos humanos de hace menos de dos décadas, en todo el continente, se abre paso con la anuencia de gobiernos elegidos por el voto ciudadano, pero que han traicionado sus programas y promesas.

Esos mismos regímenes se lanzan a absurdas carreras armamentistas, y en el cono sur, Chile encabeza la compra de armas que serán destinadas a Fuerzas Armadas que no se han depurado de los violadores de los derechos humanos.

Y en medio de esta situación, EE.UU. pretende que se condene a Cuba en la Comisión de DD.HH. de la ONU. Ha presionado a gobiernos, ha comprado conciencias, tiene aliados menores que, también en Chile, operan desde el secretismo y el anonimato.

Sin embargo, el imperio totalitario, belicoso y prepotente, ya ha sido derrotado moralmente por el pueblo cubano, su Gobierno y su líder, el Comandante Fidel Castro. Como dijo recientemente el canciller, Felipe Pérez, en una concentración de 150 000 personas en La Habana, las maniobras norteamericanas por condenar a Cuba han quedado al descubierto en sus reales propósitos.

Lo que la comunidad internacional y el gobierno de Chile deben condenar es el bloqueo que EE.UU. mantiene sobre Cuba. ¿Por qué, con tanto seguidismo e ignorancia, hay quienes en Chile, repitiendo las mismas palabras de los gobernantes norteamericanos, exigen a Cuba cambiar su sistema de vida?

En estos días se reúne la Comisión de DD.HH. de la ONU. Es el momento de levantar la voz para decir que Cuba es un país libre, soberano, independiente y digno. Ese es el mayor derecho que tienen los pueblos.

Diario La Nación, Chile

 

18/04/2002

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