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¿Se está cambiando honra por mercado? La crisis en las relaciones con Cuba Las relaciones con la República de Cuba se inscriben en un aspecto de las relaciones internacionales de la mayor importancia y se trata de un diferendo que roza una zona cargada de elementos emotivos y simbólicos. Las relaciones con Cuba han generado en nuestro país, y es buen tino del gobernante no perder de vista el dato, una corriente histórica de afinidad, simpatía y solidaridad. No es de ahora, sino desde hace, por lo menos, cuarenta años que ese sentimiento y esa realidad política existen. Y no es esta una constatación realizada por La República, sino una realidad que percibió el ex presidente de la República, doctor Julio María Sanguinetti, cuando asumió la responsabilidad de invitar a nuestro país al Presidente Fidel Castro. Apertura hacia Cuba y su gobierno que el doctor Sanguinetti se ocupó bien en señalar y difundir en momentos incluso en que arreciaban los ataques políticos, diplomáticos y económicos contra la Isla y su Gobierno. Si hace apenas seis años las relaciones entre ambos países estaban en esos términos, habría que preguntarse qué fue lo que cambió para que el gobierno y la diplomacia uruguaya se abocaran a la desdichada tarea de articular mociones en Ginebra contra el Gobierno cubano. Este es un primer aspecto interesante a examinar al que no se refirieron los legisladores colorados y blancos que en la jornada parlamentaria del martes 9 repitieron las frases hechas y las viejas monsergas sobre la situación en aquel país del Caribe. ¿Por qué este cambio de política hacia la Isla? ¿Qué es lo nuevo? ¿No será finalmente como ha expresado con singular contundencia el diputado de la Vertiente Artiguista José Bayardi y el país está cambiando honra por mercado? Hay que abrirle al razonamiento, al menos, el beneficio de la duda. La diplomacia uruguaya ha terminado presentando en Ginebra una moción sobre la situación de los Derechos Humanos en Cuba. Vale la pena preguntarse. ¿Tiene justificación desde el ángulo de los intereses del pueblo uruguayo asumir ese liderazgo? ¿Qué es lo que explica que la situación de Cuba se haya convertido ahora en una prioridad para nuestra política exterior? Los parámetros a los que se alude en la moción sobre Cuba, ¿cómo funcionan si se aplican a otros países? ¿Qué tal sería examinar la situación de vigencia de los derechos civiles y políticos en la atormentada República de Guatemala? ¿O en la de Honduras que, con Uruguay, firman la moción? Y, ¿desde cuándo el Estado uruguayo se toma tan a pecho esos tratados? Acaso no se defiende una y otra vez el hecho que la ley de caducidad impide la investigación de los delitos de desaparición forzada de personas. Acaso se ignora que los tratados internacionales establecen que la desaparición forzada es un delito permanente. Estos tratados, que según el gobierno serían buenos para Cuba donde no hay denuncias de esa naturaleza, no se aplican en Uruguay donde sí las hay. ¿Se estará acudiendo a un rasero de doble moral como se ha denunciado en el Parlamento? Toda la conducta diplomática del gobierno y en especial del Presidente Batlle es errática y desconcertante. Y los primeros en quedar en ridículo son sus representantes en el Parlamento, cuando el asunto se debate con un mínimo de seriedad. Las simples versiones taquigráficas están mostrando la inconsistencia de los argumentos, la patética improvisación sobre estos temas delicados. Hubo por lo menos tres versiones de lo que la diplomacia uruguaya propondría en Ginebra. Mientras que para el Senador Fau se trata de "un observador en materia de derechos humanos", para el diputado García Pintos (que parece no haberse enterado qué pasó con la URSS hace 12 años) se trata de un "veedor", al que no se le debe ocultar nada. Finalmente, para el diputado Abdala se trata de "misión de observación". No acertó ninguno de los tres: la moción presentada en Ginebra ayer "solicita a la Alta Comisionada de Naciones Unidas para Refugiados, señora Mary Robinson, que disponga el envío de un representante personal para cooperar con el Gobierno de Cuba".
Diario La República, Uruguay
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