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Abrecartas A cargo de GUILLERMO CABRERA ÁLVAREZ Tenía una perra pastora de un año y medio. El sábado 15 de diciembre del 2001 la encontramos en mal estado y mi esposo la llevó a la clínica de Carlos III e Infanta entre las 10:00 y las 10:30. Le pusieron tres veces suero y que la llevara para operarla, pues estaba embarazada y tenía los perritos muertos. La clínica no opera ni sábado ni domingo, había que esperar al lunes a las 08:00. Fue angustioso verla convulsionar. El lunes la llevó muy temprano y al llegar los médicos, habló con uno a las 7 y pico, para explicarle que si no actuaban rápido moriría. El doctor le explicó que si lo atendía tendría siempre que empezar antes de hora. Quince minutos antes de las ocho Loba expiró. No entiendo cómo en la salud actúan con estrictos horarios. Sé que existen veterinarios sensibles en todo el país que aman y se dedican por entero a su labor. ¿Dónde hay clínicas con servicio de 24 horas? Quizá a mi perra le tocara morir, pero no tuvimos ni el alivio de que se luchara por salvarla. Faltó amor. (Belkis Domínguez, Arroyo Naranjo, Ciudad de La Habana) Respuesta de la clínica de animales afectivos La clínica José Luis Callejas es una institución al servicio de la población propietaria de perros, gatos o cualquier otra especie que acude a ella. Como toda institución tiene horarios establecidos de lunes a sábados de 08:00 a 15:00, sin almuerzo, y de 15:00 a 20:00, servicio de guardia. Domingos: 08:00 a 12:00, servicio de guardia. Nuestra clínica siempre ha cumplido estos horarios, ni ciclón, ni días festivos, ni tan siquiera días en que no hay transporte han fallado estos horarios en los últimos 20 años. Cierto que las necesidades de la población hoy son mayores y debemos dar respuestas a estas. Así, trabajamos para extender estos horarios aunque esto no resulte fácil, por limitaciones materiales que usted puede imaginar. Con referencia a la carta comentemos que respetamos el dolor que siente cualesquiera de nuestros usuarios ante la pérdida de su mascota, así como cuando una perra muere bajo circunstancias no del todo claras. Sentimos pena e irritación y depuramos la responsabilidad contra todos los pareceres. La compañera Belkis no asistió con su perra ni el sábado ni el lunes, fue su esposo. Se trata de un análisis de situación sin participación alguna. Se relatan hechos, sucesos, conversaciones, criterios con el solo punto de referencia de su esposo, y un poco su visión personal sobre una profesión algo desconocida. De cómo fueron estos hechos, a más de dos meses de ocurridos, solo tenemos la versión de la compañera Belkis y de nuestro médico ese día. ¿Dónde está la verdad? Es difícil de esclarecer. No podemos decir que la compañera tergiverse, y menos culpar a una veterinaria con más de 15 años en nuestra institución. Nuestro instituto, en pleno período especial, ha llevado los servicios a planos nunca antes logrados. Se han establecido 27 clínicas y consultorios en los 15 municipios de la capital, de una sola que existía, y se han ido incrementando la atención en muchas de ellas a 12 horas, y se trabaja para lograr el horario de 24 horas en la clínica central. De todos es conocida la dificultad con los medicamentos y mucho más con los materiales quirúrgicos, a pesar de ello nuestro salón de cirugía, con un horario de lunes a viernes, no se ha cerrado nunca, gracias al esfuerzo de los trabajadores. Los casos que se consideren de urgencia no esperan horarios, gracias a estos resultados nuestra clínica ostenta por cuarta vez la condición de Vanguardia Nacional del Sindicato de Trabajadores Agropecuarios y Forestales. (Doctor Waldo Hernández, especialista Clínica IMV, Ciudad de La Habana) Opinión de Abrecartas Debo decir, ante todo, que soy beneficiario de la clínica adonde he llevado a mi mascota con excelente tratamiento, y conozco y reconozco los esfuerzos que hacen, incluso en la medicina homeópata, y por extender el sistema de atención. ¿Dónde está la verdad? La verdad está en sus palabras, doctor, que ratifican lo dicho por la lectora. Todos sus horarios concuerdan. El destino de Loba, tal como está concebida su estructura, era morir. Si entró el sábado con esos síntomas graves, y no podría ser operada hasta el lunes, en un régimen cuyos horarios no los hace cambiar "ni ciclón, ni días festivos, ni transporte", me permito agregar yo —y perdone mi franqueza— "ni animales graves". Descarto las interpretaciones orales de médico y propietario de animal, y me atengo a la explicación oficial, donde incluso leo "como toda institución tiene horarios establecidos" (sic), y justifica cualquier cosa que pase fuera de ese marco, incluso la agonía de un animal afectivo. Es lamentable si de salud hablamos. He expuesto con objetividad las dos opiniones. Los lectores formarán la suya, y ahora doy mi criterio: la clínica ha hecho un trabajo excelente, son incontables los animales salvados por su abnegado esfuerzo. Deben luchar por extender el horario de atención a las 24 horas todos los días, al menos en un lugar de la ciudad, y en este caso, reconozcan, compañeros, que cometieron un lamentable y muy triste error.
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