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En Ginebra Países del Tercer Mundo rechazan parcialidad y doble rasero
Roberto Molina GINEBRA, 8 de abril (PL).— El debate de hoy en la Sesión 58 de la Comisión de Derechos Humanos (CDH) de la ONU evidenció una resistencia creciente del Sur subdesarrollado a las presiones del Norte rico, rechazando su parcialidad y doble rasero. En el análisis del tema 9 sobre violaciones de los derechos humanos y las libertades fundamentales en cualquier parte del mundo, en nombre de la Unión Europea y otros estados asociados, el embajador español Joaquín Pérez-Villanueva, jefe de delegación, expresó una valoración de situaciones en más de 50 países. Entre ellos mencionó a 26 estados africanos, 18 de Asia —en especial la República Popular Democrática de Corea y China— y tres de América Latina. Representantes de Argelia y Siria, entre otros, advirtieron que no se encontró en el detallado discurso ni una sola referencia a las acciones de guerra total de Israel y solo mencionó lo que denominó particular preocupación de la UE por la situación en un grupo de casos, incluidos los territorios palestinos ocupados. En cuanto a América Latina, dedicó análisis a Cuba, Guatemala y Haití, sin una sola referencia a la grave crisis de Argentina, que incide directamente en los derechos de la población, y una sola mención de Colombia en la lista de casos específicos de "profunda preocupación". El análisis dedicado a Cuba critica lo que el embajador español denomina "deficiencias de derechos humanos" e ignora los programas sociales de Cuba, cuyos resultados son reconocidos por organismos de la ONU, en los cuales el mejoramiento del ser humano es el máximo objetivo. En su respuesta, el embajador de Cuba, Iván Mora, ratificó la decisión de su país de oponerse a cualquier resolución en contra de Cuba, quienquiera que la presente, y adelantó que cualquier declaración o llamamiento será denunciado y combatido por su delegación porque constituye un ejercicio inútil y estéril. También reaccionaron con rigor y presteza las delegaciones de China, Siria y Argelia, entre otras, las que rechazaron la parcialidad y el doble rasero del supuesto análisis de la UE. El embajador argelino, Mohamed Salah Dembri, subrayó que los ricos europeos no son puros ni vírgenes en esta materia y recordó un viejo refrán de que "quien vive en casa de cristal debe abstenerse de arrojar piedras". Al respecto señaló la omisión de las barbaries israelíes en los territorios palestinos, y recordó que a un general retirado francés que relató crímenes masivos cometidos en Argelia se le impuso como "condena" no usar uniforme. Añadió que no basta con disculpas por el asesinato del líder congolés Patricio Lumumba, sino que se debe juzgar a los responsables. Citó las graves explosiones de segregación racial en Gran Bretaña y acusó a la República Checa de aplicar un sistema de apartheid a los gitanos, al tiempo que aspira a ocupar el cargo de Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos. |
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