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V Congreso de la
Asociación Nacional de Innovadores Cita con retos para audaces Será hoy sábado en el Palacio de las Convenciones la mayor reunión nacional de innovadores y racionalizadores Alexis Schlachter
Si en 1996, ya había una cifra superior a los 181 mil asociados con nivel de técnico medio y profesional, ahora el número total rebasa los 314 mil. En la presencia femenina hay un salto cuantitativo y cualitativo. Hace un lustro la organización anirista no superaban las 98 mil asociadas, mientras ahora hay 191 740 y la cuenta tiende a aumentar para demostrar de manera muy directa que las mujeres cubanas hace mucho tiempo dejaron atrás el supuesto de que únicamente eran capaces de brillar en el hogar y el cuidado de los hijos. Con casi 150 millones de pesos de efecto económico por innovaciones y racionalizaciones arriba a su V Congreso la mayor organización que integra el Forum de Ciencia y Técnica, lo cual indica otro salto positivo comparando la cifra de 96 millones obtenida en el balance anterior. Precisamente en el Forum, durante el quinquenio transcurrido, los aniristas aportaron casi tres millones de soluciones a problemas difíciles y complejos en la producción y los servicios, con lo cual generaron 725 millones de pesos. ¿Y los problemas a enfrentar dónde están? Primero que todo en la capacidad que tenga la ANIR a partir de este Congreso para acelerar la generalización de sus creaciones a lo largo y ancho de la geografía cubana. Ese es, por el momento, el punto más difícil. No hay un sistema bien estructurado capaz de evitar automáticamente la duplicidad de innovaciones. Ni una cultura en cada asociado para buscar la información necesaria antes de poner en funcionamiento la capacidad creadora. Si se lograra un sistema integral de generalización, posiblemente habría un ahorro significativo de tiempo y recursos que hoy son invertidos para inventar, en algunos casos, lo ya inventado dentro o fuera de Cuba. En este punto tan importante, el Congreso deberá tomar muy en serio la tarea de generalizar la cultura de información. Y sembrar en cada miembro la firme decisión de conocer primero qué le ha precedido tecnológicamente en el problema a resolver, y esto mediante consulta a las dependencias de la Oficina Cubana de la Propiedad Industrial (OCPI), del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente o el acceso a las bases electrónicas del Forum. Esto no es tan sencillo pues requiere no solo decisión sino, además, tiempo y dedicación. Unos aniristas tendrán estos últimos elementos... otros no. Habrá entonces que buscar nuevas vías al reto para minimizar los efectos negativos de las fallas en la generalización de los problemas resueltos. Por ejemplo, podría pensarse en un sistema electrónico donde cada anirista presente el problema con sus correspondientes características técnicas y rápidamente recibir respuesta —por igual vía— sobre dónde y cómo este se ha resuelto. Por lo pronto, desde hace un tiempo los aniristas de la capital tienen presencia en Internet, mientras en el resto de las provincias hay computadoras a disposición de la asociación. Otro punto sobre el cual reflexionar será la divulgación y la necesidad de proyectar la imagen de la ANIR al resto de la sociedad de una manera más efectiva, variada y amplia, incluidos los niños y jóvenes. Tal parece que la creación científico-técnica fuera tema exclusivo de adultos y necesariamente tedioso, indiferente y ajeno para los más jóvenes. Recordemos el éxito en todo el mundo de las series de televisión Cosmos (norteamericana) y El hombre y la Tierra (española). En nuestro patio, llama la atención la buena acogida de Entorno o Pasaje a lo desconocido. No es una temática en particular, sino la forma de hacer llegar los mensajes, el límite entre fracaso o éxito de la divulgación. La aplicación de la ley 38 para evaluar el trabajo innovador y estimularlo no es general en las empresas del país; el 20 por ciento incumple, ni se interesa siquiera en el tema. Asunto espinoso... pero habrá que coger al toro por los cuernos en el Congreso y ofrecer soluciones al problema porque es injustificable que una empresa socialista no tenga en cuenta la creación científico-técnica, ni la estimule como señala la legislación vigente. |
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