Judo en Europa

Otra magistral actuación varonil
y Cuba primer lugar

Oscar Sánchez

Otra destacadísima actuación de la escuadra masculina de judo propició que Cuba se subiera a lo más alto del trono en la parada italiana del circuito europeo del 2002.

Yosvani Despaigne, en los 90 kilogramos, y Yordanis Arencibia, en los 66, se coronaron en el prestigioso torneo Cita Di Roma, mientras Gabriel Arteaga, en los 81 se hizo del metal bronceado.

Para Despaigne es su cuarto triunfo en el exigente periplo europeo, lo cual lo hace el judoca cubano (incluye hombres y mujeres) más destacado en esta versión en el Viejo Continente. Fue, además, un broche de oro, pues el elenco varonil regresa mañana a La Habana.

Ya antes del Cita, esta presentación masculina en Europa clasificaba como la mejor en la historia de sus participaciones, pero con la victoria del pasado fin de semana, alcanzan otra hazaña, superar por primera vez a la potentísima escuadra femenina en el aporte de títulos en giras de este tipo.

Resta ahora que estas brillantes faenas de lo más selecto del judo mundial se convierta en un verdadero impulso para asaltar con aires de campeones la justa del orbe por equipos en Suiza y luego los Juegos Centroamericanos de San Salvador.

El aporte femenino no se hizo esperar, y aun cuando terminaron en un cuarto lugar, en el que mucho tuvo que ver el arbitraje según las propias declaraciones del profesor Ronaldo Veitía, es bienvenida la noticia del triunfo en 63 de Anaisis Hernández, quien se colgó también el pergamino de más destacada de la lid. Merecieron bronce Yurisleidis Lupetey (57) y Yurisel Laborde (78).