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![]() Misión médica en Paraguay Tajamares y parasitismo Texto y foto: Ifraín Sacerio Guardado
La extensa planicie se corta en dos por el río Paraguay— el más importante del país sudamericano— y constituye la frontera con la selva o región oriental, en el este. Visto desde el aire, en determinados lugares el suelo semeja una enorme raíz de numerosas ramificaciones de caminos hacia las diferentes zonas, todos de muy difícil acceso, incluso para vehículos de doble tracción, en caso de lluvia. Es característico la existencia de pequeñas, medianas y grandes lagunas conocidas como tajamares, en las cuales se sirven del líquido vital, no solo el ganado vacuno y otros animales, sino muchas familias de diversas comunidades donde no existe agua potable. El médico pinareño Ramón Caridad Domínguez Sánchez presta sus servicios, desde inicios de este año, en uno de esos asentamientos, Cadete Pando, localizado a 250 kilómetros de Asunción. "Aquí trabajaban dos enfermeras con una obstetra. La gente, reiteradas veces, había pedido al Gobernador del Departamento la presencia de un médico. Cuando llegué, nadie me esperaba, no existían las mínimas condiciones y empezamos a construir un local para dormitorio y cocina, que ya casi está terminado, ubicamos un tanque para abastecernos con agua de lluvia (la única que hay) y se adquirieron dos ventiladores y un refrigerador, todo ello con la ayuda de una comisión formada en la barriada que obtuvo fondos en actividades realizadas con los vecinos." Me confiesa Ramón que ha tenido momentos muy tensos. Los pandeños se resistían a ir al médico, no tenían la costumbre. En ocasiones conocía de mujeres embarazadas en el momento de parir o cuando ya lo habían hecho con parteras empíricas en sus propias casas. "Cuando eso ocurre no me desentiendo, sino que localizo a la mamá y comienzo la atención de ella y del bebé. Le hablo sobre la importancia de la atención prenatal para el buen desarrollo de ambos. Ya se logra algo, se ha incrementado la asistencia a las consultas, además de que no dejamos de visitar constantemente los hogares. He tenido que trabajar mucho en este sentido, visitar a los vecinos, utilizar los maestros y alumnos como promotores de salud. Ya realicé audiencias de salud en dos barrios, y queda otro en plan para conversar sobre la necesidad de prevenir las enfermedades, elevar la higiene personal (muy deteriorada) y hervir el agua, ya que en muchas viviendas utilizan la de los tajamares al no tener dinero para comprar un tanque, o sea, que es agua más contaminada aún. Esas son causas de un alto nivel de parasitismo, contra el cual tengo una lucha fuerte, con determinados resultados, aunque falta bastante por avanzar." La paraguaya Laura Vera González, técnica en enfermería que trabaja con Ramón, ha contribuido sobremanera a la labor comunitaria. "Mucho que pedimos el médico cubano, pues falta hacía ahora; eso mismo le digo a la gente, que él esta aquí, muy lejos de su país y sin cobrarnos nada, para que tengamos salud. Hay que seguir tomando agua de los tajamares, por la falta de plata para adquirir tanques, pero es necesario hervirla para eliminar el parasitismo, que es bastante alto", dijo al periodista. El pinareño Ramón es de Pueblo Viejo, San Andrés, en la zona de La Palma. Allá siempre ha estado en actividad, en permanente pedalear de bicicleta, atendiendo a sus pacientes la mayor parte del tiempo, dedicando su deacanso a otros quehaceres, porque "soy médico, pero también carpintero, albañil, medio electricista, y siempre hay algo que hacer en la casa. Aquí, al principio, estaba mal por el poco trajín. Pero la fórmula llegó: cuando no vienen a mí, yo voy a ellos. Y aún tengo que visitar comunidades distantes que pertenecen a esta zona, pero eso será más adelante cuando se repare una moto que tenemos en Asunción. Todo se solucionará, de seguro, en beneficio de estos chaqueños tan maltratados por la vida". |
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