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![]() Opereta con factura miamense Afrenta de la mafia contrarrevolucionaria ORLANDO ORAMAS LEÓN No hay ofensa mayor para un pueblo que se intente mancillar su historia y la de sus próceres. La injuria es más grave aún cuando detrás se esconden espurios intereses, que ultrajan también la historia de un pueblo hermano. Ello justifica la indignación que provoca en sectores dominicanos un nuevo complot que la mafia contrarrevolucionaria de origen cubano intenta ejecutar en tierra quisqueyana, y el rechazo se hace todavía mayor cuando se quiere mancillar el significado histórico que para dominicanos y cubanos tienen el poblado de Montecristi y la huella que allí dejaron José Martí y Máximo Gómez. Hará el próximo 25 de marzo 107 años de aquella memorable jornada en que Martí y Gómez suscribieron el vibrante Manifiesto del Partido Revolucionario Cubano, que el devenir recoge como el Manifiesto de Montecristi. La fecha ha sido escogida, otra vez, por grupos contrarrevolucionarios asentados en República Dominicana, dirigidos y financiados desde Miami por la Fundación Nacional Cubano Americana. Su filial dominicana, conocida como Fundación Cubana-Dominicana o Comité Dominicano-Cubano para la Democratización de Cuba, está presidida por Mario Rivadulla, ex preso contrarrevolucionario dedicado a enturbiar los nexos bilaterales entre ambas naciones, además de fomentar actos contra Cuba. El complot busca conformar un llamado gobierno del exilio cubano que convocaría desde Montecristi a un alzamiento en la mayor de las Antillas, ultrajando así la memoria de Martí y Gómez, allí donde un museo perpetúa para la posteridad la comunión de ambos próceres por la libertad de Cuba, Puerto Rico y toda la América Latina. No están ajenos a tales planes los financiamientos que, a través de la FNCA y otras agrupaciones contrarrevolucionarias cobijadas bajo su paraguas, dispone el gobierno de Estados Unidos para fomentar la desestabilización en la mayor de las Antillas. Así lo denuncia la Campaña Dominicana de Solidaridad con Cuba en mensaje enviado a nuestra redacción y que firma Julio Díaz Campuzano, su coordinador nacional. El documento refiere cómo para la nueva provocación están disponibles fondos de los 100 millones de dólares que el Congreso norteamericano aprobó para continuar la guerra sucia contra Cuba. Explica Campuzano que entre los planes de la mafia estaba prevista la llegada a Santo Domingo, y en particular a Montecristi, de empresarios de origen cubano radicados en Miami con ofertas para invertir en sectores como el turismo, los juegos de azar, zonas francas y otros servicios, que complementarían las acciones de provocación, entre ellas las de instalar en tierra dominicana una antena para la mal llamada Radio Martí, que luego sería utilizada para lanzar emisiones televisivas hacia Cuba, con sus mensajes de mentira y subversión. La intención de usar a Montecristi como trampolín de agresión a Cuba y de fomento a provocaciones que empañen las relaciones diplomáticas entre los dos países, no son nuevas. Ya en 1997 fueron abortados por las organizaciones solidarias dominicanas los intentos por armar allí un "gobierno cubano en el exilio", otra opereta de mala factura que quedó sin público antes de ponerse en escena. No son ajenos a tales manejos personeros de la talla de Rivadulla, Ángel Moilán, directivo de la Fundación Dominicana-Cubana y José Águila Calimano, ex presidente de la filial dominicana de la FNCA, quien en abril de 1996 declaró cínicamente a la prensa local: "Me tomaría una sidra si asesinan a Fidel Castro en el país". Ya por entonces habían sido denunciados los macabros intentos de la FNCA y su brazo terrorista por asesinar al líder de la Revolución cubana en ocasión de su viaje a la Cumbre de la Asociación de Estados del Caribe en tierra quisqueyana. Águila Calimano, en pose humanista, no tuvo reparos en medio de la batalla cubana por el regreso de Elián a la Patria de proponer a la mafia miamense el traslado del niño secuestrado a Dominicana, y convertir al suelo donde nacieran Máximo Gómez y el padre de Julio Antonio Mella en sucursal del secuestro del acto criminal. No hay dudas de que la contrarrevolución cubana tiene poca historia propia de donde agarrarse. Es por ello que como parte del nuevo show, y en apego a su vocación entreguista y vendepatria, celebrará el 20 de mayo lo que ellos llaman el centenario de la República, la fecha que marca el sello oficial de la condición neocolonial impuesta por los ocupantes norteamericanos. No pudieron encontrar mejor orador para ello que el conocido plumífero de la gusanera Carlos Alberto Montaner, quien ha entintado miles de cuartillas que rezuman el odio a la obra revolucionaria levantada por los cubanos con honor y sacrificio. Del lado de la verdad, las tradiciones de patriotismo y solidaridad del pueblo dominicano se han movilizado los verdaderos patriotas quisqueyanos para abortar este nuevo capítulo que se propone, también, enturbiar las normales y crecientes relaciones cubano-dominicanas, restablecidas a nivel diplomático el 22 de abril de 1998. |
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