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Los del Varona tienen la llave Casi 3 000 estudiantes de carreras pedagógicas cubren hoy el déficit de unos 2 000 profesores en Ciudad de La Habana. Alrededor de Iraida Calzadilla Rodríguez Si a Julio Nellar le dicen que los ocho jóvenes de práctica docente del Varona se les van, entonces sí que el cinto le cruza en dos la cintura y las esperanzas de recuperar las libras perdidas desde que asumió la dirección de la secundaria básica urbana Protesta de Baragúa, en Santiago de las Vegas, se esfuman.
"Imagínese que, las de Inglés, acogen los cinco grupos de séptimo grado que tiene la escuela; en ese mismo curso tenemos a dos impartiendo Matemática; y en Historia, otro, con dos de octavo. En total, ellos dan clases a 257 estudiantes y los resultados del proceso docente-educativo son satisfactorios." —¿Y no reciben atención académica y técnica? Ello forma parte de la preparación profesional... "Varios son atendidos por profesores de la propia escuela y, en el caso de Inglés y por falta de docentes, la metodóloga municipal de la asignatura es quien personalmente les da seguimiento. También están las reuniones mensuales del claustro, en las cuales participan. Puedo asegurar que dan la talla como si fueran egresados." VARONA EN LAS AULAS Si los muchachos del Pedagógico Varona no estuvieran regados por toda la capital repartiendo clases, "otra rumba se tocaría" en muchas escuelas. Esos jóvenes con sus prácticas docentes cubren el déficit de unos 2 000 maestros y profesores en Ciudad de La Habana.
Para que se tenga una idea concreta: en el territorio, 348 jóvenes del Instituto Superior Pedagógico están ubicados en escuelas primarias; 243 en la educación especial; 143 en círculos infantiles; 142 en los planes emergentes; y 1 751 en secundarias básicas. El resto, hasta totalizar los 2 870, en la enseñanza preuniversitaria y técnica. "Los estudiantes desarrollan la docencia en 3 215 aulas de la capital con una matrícula de unos 88 870 alumnos. A esa influencia personal que tienen como transmisores de conocimientos y valores, se une la inserción a todas las actividades que contribuyan a su formación profesional", comentaba a este diario Carlos Suárez Méndez, asesor técnico docente del ISP Enrique José Varona. EN POCAS PALABRAS... La pregunta de que por qué están estudiando carreras pedagógicas no la quisieron contestar las seis muchachas que estaban de práctica docente en Protesta de Baragúa el día de la visita. Puede ser que haya sido mi cuestionamiento primero y eso tal vez las inhibió. Pero tampoco sería inexacto pensar en una carrera con mucha exigencia en la entrega personal, demasiados papeles a llenar o, en el peor de los casos, asumida en el último escalafón de la boleta. De todas maneras, y en pocas palabras, para Arlene Castro es llevadero el "mucho compromiso, sacrificio, interés y voluntad porque somos a la vez estudiantes y profesores"; en tanto, para Livania Cárdenas: "Los profesores nos ayudan a planificar las clases y, en general, a nuestra formación. Pero enfrentar la adolescencia es difícil porque hay que tener paciencia para controlar la indisciplina que se puede formar en el aula." Acerca del universo en que hoy se desempeña, Naibi González dijo: "La Universidad nos da la teoría pero, sin esta práctica, no podríamos tener la concreción de su aplicación. A mí me satisface el método de estudio-trabajo"; mientras que Arahi Castro enfatizó en que "la metodóloga del municipio nos atiende, y también de la Facultad de Lenguas Extranjeras del Varona vienen profesores a revisarnos clases y documentos, y a despejar dudas. No nos sentimos abandonadas en ningún momento". Otro punto de vista lo da Katerine González "que el estudiante entienda y apruebe es una tremenda responsabilidad y la asumimos más que como práctica docente, como verdaderos profesores, porque así nos ven los estudiantes", así como Leydy Alemán insistió en que "dos cosas son imprescindibles: una buena preparación y transmitir con coherencia los conocimientos. Con ambas vienen los buenos resultados." CON EXPERIENCIA, PERO... Para Carlos Suárez no hay experiencia acabada. En el caso de la práctica docente del Pedagógico, aún cuando los resultados sean halagüeños y cubran una necesidad imperiosa de la capital, es susceptible de perfeccionarse. "Para estar más satisfechos necesitaríamos resolver determinados problemas como la entrada de estudiantes a las carreras pedagógicas, cuyos planes generalmente no se cumplen y por ello se da el déficit de profesores. "Otro elemento es continuar fortaleciendo los niveles de eficiencia, es decir, garantizar que la matrícula que ingrese concluya la carrera, pues actualmente el por ciento es bajo, aún cuando se muestre una tendencia superior en relación con cursos pasados." —¿Por qué el paradigma de estudio y trabajo? "Nuestros egresados están en amplia ventaja con lo que ocurre en otros países, pues llevan un plan coherente de práctica docente desde el primer año de la carrera, lo cual les permite, al iniciarse como trabajadores, contar con las herramientas metodológicas y con habilidades ya ejercitadas. En 38 años de fundado el Instituto, su principio de formación profesional ha sido el estudio y el trabajo con el objetivo de garantizar un maestro con visión desde la escuela y para la escuela. Ahí está el paradigma que seguimos." |
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