RÍO DE JANEIRO, 26 de febrero (DPA).—Las autoridades sanitarias de Río de Janeiro confirmaron hoy otras tres muertes por dengue, lo que aumentó a 20 el número oficial de casos fatales de la epidemia que desde enero pasado azota el estado brasileño.

El informe de la Secretaría de Salud no incluye el caso de una mujer de 40 años de edad, quien falleció este lunes en el Hospital Central de Ejército de Río, a raíz de dengue hemorrágico —la versión más grave de la enfermedad— según los médicos de la clínica.

Casi dos meses después del inicio de la epidemia, que también afecta —aunque con menos intensidad— a otros estados de Brasil, las autoridades aún no han puesto en marcha el plan de emergencia de combate al mosquito transmisor de la enfermedad, Aedes aegypti.

Según la gobernación provincial, 5 000 efectivos del Cuerpo de Bomberos de Río se sumarán en los próximos días a la "guerra contra el mosquito", que movilizará también a 1 330 militares del Ejército y de la Marina y a miles de voluntarios y agentes de salud.

Mientras no llega el llamado "Día D de combate al dengue", se agrava la situación de los hospitales y laboratorios, privados y públicos, que no dan abasto al fuerte aumento en el número de pacientes con sospecha de dengue.

En las zonas más pobres de Río, los enfermos deben aguardar hasta nueve horas y media para lograr ser examinados por un médico de la red pública de salud.

El secretario municipal de Salud, Ronaldo César Coelho, admitió que no hay médicos suficientes en los barrios pobres de la zona oeste de la ciudad, como Santa Cruz, donde se han registrado más de 2 000 casos de dengue entre sus 191 000 habitantes: "Los enfermos buscan a los puestos de salud y la estructura que tenemos es insuficiente".

Para enfrentar la situación de emergencia, las autoridades de Río de Janeiro estudian la posibilidad de convertir en puestos de salud las instalaciones de más de 200 escuelas públicas, y tampoco descartan la posibilidad de utilizar aviones para lanzar insecticida, en un intento de eliminar el Aedes aegypti en las áreas más afectadas por la epidemia.

El violento brote de la enfermedad no está limitado a las zonas pobres, y alcanzó a muchas celebridades brasileñas, como el ex futbolista Zico, el cantautor Moska, las cantantes Joyce y Zélia Duncan, y a muchos actores, lo que interrumpió temporadas de varios espectáculos teatrales en la ciudad.