Temas beisboleros

¿Cuánto cuesta un error?

SIGFREDO BARROS

Ya salimos del primer tercio de la actual campaña. Con un buen promedio de bateo, 279, y un aceptable porcentaje de carreras limpias, 4,33, similar al del béisbol de otras latitudes. Pero un importantísimo aspecto continúa siendo una laguna en nuestro béisbol: la defensa. Hasta ayer, acumulamos 576 errores en 265 juegos, más de dos por partido.

La cifra en sí es alta. Pero, valdría la pena preguntarse a qué equivale esto. ¿Cuál es el verdadero costo de un error?

Muchas veces la importancia
de una buena defensa no es tenida en cuenta.

Por supuesto, usted podrá argumentar que no es lo mismo pifiar un roletazo o tirar mal a una base con dos outs y ningún corredor en circulación que cuando la pifia impide la consumación de un doble play salvador, en momentos cruciales del juego. En definitiva, el precio del error está en íntima relación con las posibilidades que le brinda al contrario de anotar carreras.

Para tratar de encontrarle respuesta a la pregunta del título solo existe —al menos que yo sepa—, un método: separar las carreras sucias, o inmerecidas, permitidas por cada cuerpo de pitcheo, y dividirlas entre el total de errores. El resultado nos dirá qué parte de la anotación considerada como sucia es consecuencia del error. Veamos la siguiente tabla:

A simple vista apreciamos que para algunos equipos cometer un error tiene un alto precio. Los Industriales, por citar un ejemplo, han lastrado a sus pitchers con 35 carreras sucias —líderes en ese negativo departamento—, por la sencilla razón de que cada una de sus pifias equivalen a las dos terceras partes de una carrera, superior al promedio de media anotación por cada marfilada.

El reverso de la medalla es Guantánamo, el conjunto que menor cantidad de anotaciones inmerecidas acumula debido a su bajo por ciento de carreras por error, 0,27. Al parecer, los fildeadores guantanameros se concentran mejor cuando existen situaciones de peligro para sus lanzadores. Sin duda, los errores tienen un alto costo en el béisbol y pueden arruinar las aspiraciones de muchos equipos.