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![]() El ahorro de muchos No sobrepasar el índice de consumo eléctrico diario, sobre todo en el horario pico, como ocurre en Cienfuegos, es el resultado de múltiples acciones y medidas Ramón Barreras Ferrán CIENFUEGOS.—No pocas veces se ha demostrado que cuando una tarea está en manos de muchos el avance es sostenido y el triunfo, seguro. Así lo evidencia la materialización del programa de ahorro de electricidad en momento de contingencia, como se ha denominado a la etapa, a partir del escaso financiamiento existente para la adquisición de petróleo en el mercado internacional y la salida del Sistema Electroenergético Nacional (SEN) de la mayor central termoeléctrica del país, la Antonio Guiteras, de Matanzas.
En el territorio cienfueguero, por ejemplo, el consumo máximo permisible es de 75 MW en el horario pico y en ninguna ocasión se ha sobrepasado esa cifra. Con anterioridad los niveles de demanda (promedio) eran de no menos de 85 MW y actualmente se mantiene en unos 70. ¿Cómo ha sido posible ese resultado? En opinión de Rodolfo Hernández, jefe de regulación eléctrica en esta provincia, es el fruto de una preocupación de todos y de la adopción de un grupo de acciones de ahorro en las que se ha involucrado, sobre todo, a los cederistas. Cada fábrica y establecimiento tiene su programa de autorregulación, que no significa en modo alguno que haya sido preciso detener producciones o afectar algún servicio esencial. Múltiples variantes pudieran citarse sobre cómo los colectivos obreros han acogido esta nueva misión, la que tiene el propósito esencial de evitar, sobre todo, los molestos apagones. La organización cederista, conjuntamente con los factores que tienen también la responsabilidad de promover y controlar el ahorro de electricidad, han organizado tres barrio-debates en zonas residenciales de este territorio, en los cuales se ha analizado con profundidad la situación existente y los propios pobladores han propuesto medidas y acciones para disminuir el consumo en la mayor medida posible. Una explicación clara ha calado aquí en la conciencia de la mayoría. Cada consumidor residencial cienfueguero consume 130 kw/h como promedio en un mes. El valor monetario de ese gasto excede ligeramente los 13 pesos, pero generar esa cantidad en una central termoeléctrica, teniendo en cuenta el valor del fuel oil en el mercado y otros insumos, es de cuatro dólares y diez centavos. Por tanto, cada bombillo que se apague es una contribución importante en el afán de ahorrar y evitar los apagones. No todo está hecho. Quedan aún potencialidades, tanto en la reducción del consumo como en la elevación de la eficiencia de las plantas generadoras y en la entrega al SEN de los centrales azucareros. El enfrentamiento a la etapa de contingencia ha devenido tarea de muchos. El éxito comienza a percibirse. |
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