WASHINGTON, 20 de febrero (PL).—La nueva misión propagandística que se autoasignó el Pentágono para difundir falsas informaciones en el extranjero alimentará el descrédito del complejo militar, dijo hoy The Washington Post al citar fuentes castrenses norteamericanas.

Aunque se ignora el modo en que operará la planeada Oficina de influencia estratégica, oficiales de la secretaría de Defensa confesaron al periódico sus temores de que la iniciativa resulte un tiro por la culata en tiempos en que Estados Unidos busca afianzarse militarmente en el mundo.

El recién creado departamento convertirá a los efectivos norteamericanos acantonados en otras naciones en difusores de noticias y mensajes para despistar a los presuntos enemigos de Washington.

Entre los objetivos del programa, descrito por el diario como propagandístico, está la manipulación de la opinión pública en aras de mantener en secreto las verdaderas operaciones del Pentágono y la de hostigamiento sociológico.

Destinada solamente a países extranjeros, la iniciativa podría, en opinión de varios funcionarios del complejo militar, volverse contra Estados Unidos, cuyas conferencias de prensa transmitidas diariamente desde el Pentágono en tiempos de guerra son impuestas al mundo como la única versión sobre los hechos.

Pese a que aún la Oficina de influencia estratégica no está totalmente delineada debido a confrontaciones entre los militares sobre el contenido de trabajo de la misma, el manejo de la información, la falsificación de datos y el encubrimiento de operaciones marcará su agenda.

El nuevo departamento ha tenido varias versiones con cada incursión bélica de Estados Unidos desde la Segunda Guerra Mundial.

Más recientemente, Afganistán sirvió de escenario para el ensayo de una misión que el Pentágono denominó Campaña de información.