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![]() Estados Unidos La economía, la guerra y el complejo MIGUEL A. UNTORIA PEDROSO EL PRESIDENTE de los Estados Unidos, George W. Bush presentó el 4 de febrero al Congreso estadounidense su solicitud de fondos para el Año Fiscal 2003.
Con el aumento que propone el mandatario estadounidense, el Pentágono podrá dedicar la astronómica cifra de 379 000 millones de dólares a sus aventuras bélicas. Unos 48 000 millones más que el año anterior. En total el gasto de los militares representa el 3 % del Producto Interno Bruto del país. Para tener una idea de lo que significa esta cifra basta decir que solo lo que se asigna a la defensa estadounidense, ( más de 370 000 millones de dólares) es seis veces más que el presupuesto total de Rusia como país. Con este dinero, entre otras variantes se podrán mantener en activo las 1 700 ojivas nucleares que Washington prometió a Moscú reducir de un arsenal de 6 000 de armas de ese tipo. El incremento de fondos para los gastos del Pentágono permitirá también continuar desarrollando el programa de defensa antimisil, la adquisición de modernos medios bélicos como los Vehículos de Combate Aéreo No Tripulados previstos para el 2008, el avión de exploración Global Hawk, (solo tres de ellos cuestan 629 millones de dólares) y los modernos cazas F-22. Para la producción de armas de precisión, el Pentágono podrá disponer de una cifra superior a los 1 000 millones de dólares. También en relación con la defensa, la solicitud de Bush aboga por 37 700 millones de dólares para la recién creada Oficina de Seguridad Nacional, lo que representa casi el triple de lo pedido inicialmente. Resulta muy significativo que la cifra propuesta para la defensa por la actual Administración, parece ser solo el paso inicial, para elevarla a unos 500 000 millones de dólares durante los años que le quedan en el gobierno. En general, el mandatario norteamericano intenta incrementar los 331 000 millones de dólares del presupuesto de defensa del Año Fiscal 2002, en unos 120 000 millones en el transcurso de cuatro años. Esta proposición de presupuesto se caracteriza porque a pesar de aumentar los gastos de defensa para la guerra contra el terrorismo y la seguridad interna, incluye un déficit de 80 000 millones de dólares en este ejercicio fiscal, después de cuatro años de superávit, y según las proyecciones las cifras negativas continuarán al menos hasta el 2004. Para que los números en rojo no sean mayores, la propuesta del gobernante republicano incluye por ejemplo, reducir
unos Por ejemplo, el Programa de Protección al Medio Ambiente disminuirá en un 14%, y los programas de seguridad y creación de empleos del Departamento de Trabajo, se reducirán en un 8%. Extensos debates tendrán lugar en el Congreso, pues en general, aunque los demócratas aceptan y respaldan los gastos bélicos "justificados" por la lucha contra el terrorismo, no comparten las mismas ideas que los republicanos en cuanto a la solución de los problemas económicos del país. George W. Bush pretende con un fuerte presupuesto de defensa dar rienda suelta a las posibilidades del complejo militar industrial para estimular la economía. Al mismo tiempo, considera que si logra mantener los recortes de impuestos que logró imponer el año pasado, rebajados ahora a unos 591 000 millones de dólares en un plazo de 10 años, las grandes corporaciones dispondrán de más dinero para invertir en la economía del país, lo que conllevaría a la creación de nuevos empleos, y a un incremento de la productividad y el consumo interno. Bush juega sus cartas, y como han hecho en ocasiones anteriores otros presidentes de Estados Unidos, apuesta a la guerra y busca la ayuda en el poderoso complejo militar industrial. |
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