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![]() Bloqueo vial persiste y golpea LA PAZ, 15 de febrero (PL).—Bloqueos campesinos de carreteras persisten hoy y golpean las puertas mismas de la capital boliviana, pese al envío de tropas y blindados a despejarlos, y a la espera de un diálogo de distensión. Reportes radiales indican que más de 400 soldados y policías que ayer limpiaron la carretera entre La Paz y la localidad de Copacabana, fronteriza con Perú, mantienen intenso patrullaje en la vía, con apoyo de tres tanquetas. Los informes señalan que la vía quedó limpia y un convoy de vehículos civiles custodiado por los uniformados logró atravesarla, aunque por temor a incidentes se abstuvieron autobuses y otros automotores. El jefe de la Policía Caminera, coronel Delfín Mujica, confirmó que varios tramos de la vía amanecieron hoy alfombrados de rocas, colocadas por la noche por los campesinos, lo que se denomina "plan pulga". El líder de la protesta y de la Confederación Sindical Campesina, Felipe Quispe, denunció, por su parte, la detención de cinco labriegos cerca de la localidad altiplanicie de Achacachi por las tropas movilizadas ayer. Sorpresivamente, en las puertas de La Paz campesinos de los valles próximos y que abastecen de vegetales a la urbe cerraron por varias horas ayer las vías de acceso, aunque sin incidentes. Los bloqueos y el despliegue militar continúan pese a que el gobierno y los campesinos parecen encaminarse a un diálogo sobre los reclamos agrarios, propuesto por el Ejecutivo y que los labriegos analizarán mañana en una asamblea, según indicó Quispe. El dirigente reiteró la exigencia de que el gobierno cumpla con la entrega de 1 000 tractores a las comunidades altiplánicas, como ofreció el año pasado tras una protesta similar, al igual que otras concesiones pactadas entonces. El Ejecutivo argumenta que la compra de esos equipos demanda un procedimiento en marcha y dice que está cumpliendo los acuerdos. El conflicto persiste tras un pacto de distensión del gobierno con los cultivadores de hoja de coca de las regiones central y norte que pusieron fin a más de dos semanas de bloqueos de carreteras. Quispe no consideró satisfactorio el acuerdo, mantiene el cierre de vías en el Altiplano en el que ejerce influencia decisiva y exigió atención a las demandas de la zona. La falta de cohesión de las organizaciones campesinas empañó, según diversos análisis, lo que la prensa consideró un triunfo rotundo de las mismas al cabo de un duro conflicto con el gobierno. La confrontación, iniciada hace un mes con dos decretos que restringían el comercio de la hoja de coca para uso lícito —por la presuncion oficial de que puede desviarse al narcotráfico— dejó sin efecto esas normas. El gobierno accedió a retroceder también en su veto al líder de los cocaleros de la región central del Chapare, Evo Morales, y negoció con este el acuerdo principal, tras no conseguir normalizar el tránsito por la fuerza militar. Ahora Morales advierte que el lunes volverán las protestas —que dejaron un saldo de 11 muertos— si no son liberados 29 cocaleros detenidos tras los primeros disturbios, al tiempo que denuncia amenazas anónimas contra su vida. Los bloqueos, según el viceministro de Turismo, Edgar Torrez, causaron pérdidas por 500 000 dólares diarios en ese sector y fuentes empresariales afirmaron que ocasionaron el cierre de 26 compañías privadas en la región central. |
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