Enfrentando con éxito las dificultades

Arnaldo Musa

En medio de una virulenta campaña occidental en contra, principalmente de Estados Unidos, la República Popular Democrática de Corea ha comenzado a recoger los frutos de un sostenido trabajo, realizado en adversas condiciones en las esferas industrial y, principalmente agrícola.

Tras el sostenido crecimiento económico, alcanzado hasta los primeros años de la década del 90, con la caída del campo socialista europeo el país dejó de tener acceso a piezas de repuesto, fertilizantes, plaguicidas y bombas de agua, por lo que los rendimientos de las cosechas comenzaron a caer en picada. Por si fuera poco, en 1995 comenzaron dos años de tormentas torrenciales e inundaciones, seguidas de períodos de extrema sequía, que llegaron a devastar grandes extensiones de terreno de cultivo.

La dirección de la RPDC, empero, no descuidó ni un ápice la defensa ante un enemigo que mantiene tropas y sofisticadas armas en el sur del país; mantuvo vivo el espíritu de reunificación pacífica y no cejó en sus esfuerzos por tratar de aliviar la difícil situación alimentaria. En este aspecto, reitero, comenzó a levantar la producción agrícola, al introducir variedades de semillas de mayor calidad y métodos para obtener varias cosechas, al tiempo que rehabilitó los sistemas de riego y se mejoró la calidad del suelo. Todas estas tareas, concitan hoy los esfuerzos del pueblo trabajador coreano, que confía en el logro de los nuevos objetivos económicos que se ha trazado, en ocasión del aniversario 60 de su principal dirigente, Kim Jong Il.