Ofensiva contra el mosquito Aedes aegypti

Para cortarle el agua y la luz al mosquito

PEDRO CIGOTE

La salud del pueblo —explicó a Granma Luis Pino, primer secretario del Partido en San Miguel del Padrón—, merece el mayor de los esfuerzos, por lo que se destinó una importante fuerza de hombres y equipos como parte de la ofensiva contra el mosquito Aedes aegypti. José Pío Mesa, subdirector de la Oficina Comercial de San Miguel del Padrón, perteneciente a la empresa Aguas del Este, llevó a estos reporteros a la calle 114, esquina a 203, en el Consejo Popular Luyanó Moderno, donde trabajaba una de las brigadas. Para su sorpresa, ya los hombres habían terminado. Los vecinos, complacidos, apuntaban a los registros del nuevo alcantarillado...

En La Mercedita se instalan tubos de asbesto cemento para el alcantarillado.

Tras las huellas de dichos obreros, llegamos a San Luis, una calle por donde todavía corría un río de aguas pestilentes. Allí, a la vista de los vecinos del reparto La Mercedita, una brigada provincial del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos, bajaba decenas de tubos de asbesto cemento, mientras Armando Vázquez, el técnico, desplegaba sus planos y le indicaba a los hombres cómo ejecutarían la obra.

Con picos y palas también
se resuelve una avería.

Víctor Guerra, el jefe de la brigada, no dudó en afirmar que en 15 días todo estaría terminado. Habrá que trabajar duro, de día y de noche, pero hay que ponerle fin a ese salidero peligroso, afirmó. Y mientras la rastra va avanzando por la calle San Luis, otros hombres pican el pavimento y el de la retroexcavadora comienza a zanjar en el corazón de un barrio agradecido.

SOLUCIÓN DURADERA

El pasado viernes, de 100 salideros de agua potable que podían constituir focos, en San Miguel ya se habían reparado unos 30; mientras que solo quedaban siete vertimientos albañales de envergadura. De todas esas obras, por su incidencia en el abasto de agua a la población, sobresale la que se ejecuta en la intersección de las calles Horta y Rita, en el Consejo Popular Jacomino, donde se realiza una compleja conexión a la red de abasto de El Gato.

Alberto Alfonso, delegado del Poder Popular en la circunscripción, asegura que esa obra beneficiará a los pobladores de gran parte del municipio, entre ellos los de las barriadas de Juanelo, Barrio Obrero y Martín Pérez, que recibían el agua potable con mucha inestabilidad; y ello provocó que las personas acumularan el líquido en cualquier cosa. Ahora la recibirán con más presión y la garantía de que les llegará cada dos días.

En San Miguel se sigue cerrando el cerco en torno a los salideros y los focos. El punto de mira de la campaña se concentra hoy con más fuerza en las zanjas que atraviesan el municipio, muchas de las cuales han vuelto a obstruirse con gomas y basuras, fruto de la indisciplina social y de la falta de enfrentamiento de una comunidad que debe aumentar, con acciones de educación de todo tipo, la percepción del riesgo.

Para José Pío la batalla de los salideros ha comenzado. Basta con ver la calidad y la rapidez con que marcha la tarea: "Al mosquito, asegura, se le va cortando el agua, y al dejarlo sin lugares donde reproducirse, le estamos cortando la luz. Esa es la meta".