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Lupetey y Arencibia ganan en París Apertura de lujo para el judo Oscar Sánchez Dos medallas de oro en el más exigente escenario de los torneos clase de Europa fueron las mejores noticias del judo cubano, que el pasado fin de semana inició en París la temporada 2002, que tendrá como cotas más importantes el campeonato mundial por equipos, en Suiza, y los Juegos Centroamericanos y del Caribe de San Salvador.
Yurisleidys Lupetey, en los 57 kilogramos, y Yordanis Arencibia, en los 66, fueron los que se subieron a lo más alto del podio en un certamen en el que las muchachas, comandadas por Ronaldo Veitía, terminaron en el tercer lugar por naciones, mientras los dirigidos por Justo Noda acariciaron otra presea, pues Gabriel Arteaga perdió por el pase al metal bronceado. La actual campeona mundial consiguió el éxito al vencer en la final por la máxima nota de Ippon a la laureada japonesa Kie Kusukabe, una mujer que atesora los metales bronceados de la última lid del orbe y de los pasados Juegos Olímpicos de Sydney. Otra bien ranqueada que cayó ante la maestría de la cubana fue la italiana Cinzia Cavazzuti. Y la noticia de este peso la dio la titular bajo los cinco aros, la española Isabel Fernández, que se fue sin medalla. Y si importante resulta el triunfo de Lupetey, pues se confirma como la mejor 57 kilogramos del mundo, la victoria del pequeño Arencibia es todavía más halagüeña, pues él junto a Manolo Poulot (60) son el motor impulsor del elenco varonil que se ha exigido mucho para este año. El tunero, quien ya carga con dos bronces mundiales y una corona mundial juvenil, sorteó un difícil organigrama que lo llevó a la disputa del cetro ante el peligroso sudcoreano Lee Won Hee, a quien derrotó también con calificación de Ippon. Para Cuba, la cosecha del Villa de París la redondearon las mujeres, pues Regla L. Zulueta obtuvo la plata de los 70 kilogramos, mientras Danieska Carrión (48) y Amarilis Savón (52) e Ibis Dueñas (más de 78) merecieron premios de bronce. Párrafo aparte para la santiaguera Savón. Ella, tras nacer su hijo, vuelve a los tatamis internacionales, pero haciendo su debut en los 52 kilogramos. Ahora alcanzó el podio tras vencer a una aguerrida judoca como la española Ana Carrascosa. Amarilis debe ir creciendo a medida que acumule combates en esta división que parece acomodarle mucho más que los 48, en la cual logró bronces olímpicos en Barcelona-92 y Atlanta-96 y el subtítulo del planeta en Birmimghan-99. Mención también a la actuación de la pinareña Dueñas, que ya guarda la hazaña del pergamino nacional al doblegar hace pocos días a la multimedallista mundial Daima Beltrán (lesionada en estos momentos). Su tercer puesto parisino clasifica ya como su mejor actuación, atendiendo a que esta justa, tanto para mujeres como para hombres, es tan fuerte como un campeonato mundial. Ahora las dos escuadras cubanas comenzarán a preparar su segunda parada europea, que será otro tradicional torneo, el Leonding, de Austria. |
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