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![]() Ofensiva contra el mosquito Aedes aegypti Veladores de la disciplina Alberto Núñez Betancourt La actual ofensiva antivectorial tiene que constituir un punto de partida hacia el fomento de una cultura ambiental, a todas luces indispensable. Las jornadas intensivas de saneamiento, tratamientos focales y adulticidas han puesto de manifiesto el dicho: es mejor prevenir que tener que lamentar.
Como una suerte de veladores de la disciplina, ahora con más fuerzas que antes transitan por las calles de la capital hombres y mujeres responsabilizados con la detección de irregularidades diversas en relación con la higiene comunal. Son los inspectores sanitarios estatales que, sin renunciar a la persuasión, se acompañan del Decreto Ley No.272 para aplicarlo allí donde a estas alturas prevalezcan los oídos sordos y la indolencia. MIRANDO LAS IRREGULARIDADES Observadores, atentos a las irregularidades, andaban por las calles del Consejo Popular Pilar-Atarés, Cerro, los integrantes del Grupo de Inspección Sanitaria Estatal y entre ellos Jorge Moreno Saldo, especialista principal del Centro Provincial de Higiene y Epidemiología en la capital.
No tuvo que caminar mucho este técnico para percibir la primera violación: en la carnicería situada en las calles San Joaquín y Omoa Este, un tanque de 55 galones con una improvisada tapa (un pedazo de madera envuelto en nylon) dejaba algunas brechas al vector volador al cual le hemos declarado la guerra. Entonces sobrevino la discusión acerca de la responsabilidad. Mientras el carnicero Iván Hernández alega que por allí no han pasado para hacer un inventario sobre la necesidad de tapas, Enrique Garrastacho, director municipal de Comercio y Gastronomía, apunta que los administradores de unidades tienen la clara orientación de preocuparse por conseguir alguna cubierta efectiva entretanto aparezca la tapa idónea.
De momento fue aplicada una multa institucional de 300 pesos. Nuestro trabajo tiene un perfil amplio —señala Moreno—; evaluamos las condiciones ambientales, el trabajo de las fuerzas, el seguimiento del médico y enfermera de la familia a los pacientes ingresados en el propio domicilio... En este último aspecto es necesario pedir una mayor exigencia por parte de los familiares de los enfermos, pues en ocasiones llegamos a una casa y el portador del mal se encuentra en la calle antes de recibir el alta médica. El especialista añade que el Decreto fue aplicado a un centenar de casos en los municipios de Plaza de la Revolución y La Habana Vieja, en su mayoría instituciones estatales que frente al tremendo esfuerzo que se lleva a cabo, no reaccionaron en un breve plazo. DE PASADA POR PLAZA DE LA REVOLUCIÓN ¡Menuda tarea! esa de garantizar la disciplina de los pobladores en los muchos aspectos que atañe a la higiene y la salud de la comunidad! Tal función, tantas veces incomprendida, es la que cada mañana cumple Santa Calderín Miranda, técnica de Higiene y Epidemiología del policlínico Vedado, Plaza de la Revolución. Vamos a los lugares donde existen problemas —señala la joven—. Trabajamos de conjunto con los médicos y enfermeras de la familia; ellos hacen una labor previa persuasiva, que de tener éxito nos evita aplicar la ley. Nosotros estaríamos felices de no imponer multas, porque sería la confirmación de que todos contribuimos a la mejor salud ambiental. Pero la realidad indica que no siempre las empresas y las familias responden positivamente. En los últimos días han sido multados 25 centros laborales en esta área de salud por razones de acumulación de escombros, criaderos de mosquitos, presencia de animales de corral, inadecuada manipulación de los alimentos por parte de los trabajadores por cuenta propia, precisa Santa. Precisamente en una breve visita a los Astilleros Chullima los reporteros de Granma constataron el trabajo de saneamiento emprendido por este Centro luego de pagar una multa de 300 pesos por mantener el área aledaña a una nave en reconstrucción con acumulación de desechos. A juicio de María del Carmen Cagigas, técnica de Protección e Higiene en la entidad, hoy el mayor riesgo de proliferación de focos se localiza en una zona de vegetación (malanguetas) donde desemboca el río Almendares. Como regla la población responde, es receptiva y muchas veces no hay que llegar a las multas, plantea Alina Girón, enfermera de la familia, del consultorio ubicado en calle 27, entre 24 y 26. Y nos lleva a la casa de Remberto Rodríguez, vecino de esa cuadra que ese mismo día decidió poner fin a la crianza de puercos en su hogar "porque entiendo que esta práctica es generadora de problemas de salud". Otra conducta correcta asumió Joaquín Zafra, de la calle 18, entre 11 y 13, Vedado, quien como resultado de trabajos de construcción acumula una gran cantidad de escombros en un local de la casa. Ante la intervención de las autoridades sanitarias, Joaquín ofreció una ágil solución y evitó la multa. Boté en un primer momento 15 vagones de desechos, pero queda madera y residuos de materiales que para sacarlos ahora debo solicitar un permiso y hacerlo cuando esté coordinado un camión para recogerlos. Claro que mientras tanto me corresponde tenerlos ordenados para que no constituyan focos potenciales. Más allá de las respuestas satisfactorias ofrecidas en la coyuntura actual, el desafío mayor se presenta en hacer valer desde ya la legislación vigente. La disciplina social tiene que garantizarse, por convicción o imposición. |
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