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![]() Acotaciones La confirmación de un mito AMADO DEL PINO Una oportunidad estética y ética de lujo representa la visita del Odin Theatre a Cuba. La compañía que comanda Eugenio Barba es de las imprescindibles en el panorama escénico mundial y esta temporada en varias provincias de nuestro país, con casi todo su repertorio, conforma que la leyenda está sustentada en el rigor, la profundidad investigativa y el talento. Mythos, el reciente estreno del Odin que ocupa hasta esta noche el escenario del Mella, se subtitula "ritual para el siglo breve" y se trata de un diálogo esencial entre las figuras del mundo griego que han recorrido buena parte de la historia de la cultura occidental y los acontecimientos épicos de nuestro siglo. Vale la pena reproducir la respuesta que da Barba cuando se interroga ¿qué es un mito? : "Puede ser una afirmación difusa pero poco verídica. Puede ser , por el contrario, una historia que encierra un núcleo de verdad sin tiempo, un ejemplo problemático, una herida que no cesa de sangrar en una zona de sombra de cada individuo, de cada época". A nivel espectacular Mythos resulta virtuosa en la valoración de los objetos sobre el escenario y la alternancia entre la palabra, el gesto y el tremendo valor de los silencios. La iluminación de Jasper Kongshaug resultará inolvidable para el público cubano. Pocas veces hemos visto un diseño de luces tan orgánicamente integrado a la acción dramática. Otro elemento manejado con virtuosismo y notable emotividad es la música. El entorno sonoro ratifica la mezcla de culturas que plantea el montaje y los instrumentos musicales se convierten, por momentos, en personajes que aportan a la atmósfera entre juguetona y opresiva de la puesta. Todos los actores cantan de forma impecable y sin abandonar sus personajes. Para un espectador no informado sobre el estilo de este grupo, puede resultar agotador o previsible que los más de los textos sean cantados. Pero, por lejos que se esté del arduo proceso de conocimiento que está detrás del Odin, la belleza visual y la sinceridad interpretativa se imponen. Roberto Carreri demuestra que no hay una gota de gratuito o festinado en su extendido prestigio. Hacia el final del espectáculo, su Casandra toma un desquite histórico sensacional.La poderosa voz y la maestría de Tage Larsen se encaminan también hacia la antología de lo mejor que ha pasado por las tablas cubanas en mucho tiempo. En el completo programa de mano que sustenta la temporada habanera del Odin Theatre, Barba confiesa que ama el teatro que sigue hasta el fondo el camino de servir a un texto y donde "las palabras escritas se vuelven voz y presencia física, se hacen carne y pensamiento en acción". Más adelante el gran renovador de la escena aclara que, sin embargo, casi nunca sigue ese camino, sino que trabaja más bien "contra " el texto. Es decir fragmentándolo, dinamitándolo, contrastándolo con un delicado proceso de búsquedas. Este comentarista prefiere, casi siempre, los espectáculos que parten de una sólida base textual, pero no puede dejar de amar y de reverenciar la inteligencia y el rigor que se derrocha en Mythos. |
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