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Ministerio de la Agricultura Un año para soluciones audaces, FÉLIX LÓPEZ
En medio de la compleja y difícil situación que atraviesa la economía, indicó, se debe maximizar el rendimiento de cada dólar que se gaste (asegurando que tenga una recuperación y un beneficio en el más corto plazo); sustituir producciones de alto costo en divisas; una necesaria disciplina tecnológica; y una gestión financiera que debe alcanzar este año la mayoría de edad. Nada de lo que hoy hacemos —añadió José Luis— tendría éxito sin el control estricto de los recursos y la lucha contra el delito. El mejor antídoto para esos males, se expresó desde el auditorio, es la prevención (organizar y controlar), dos premisas que todavía se observan distantes en las estadísticas del organismo: el 32 % de las auditorías a las entidades estatales arrojaron calificaciones de deficiente y mala, cifra que se eleva al 70 % en el caso del sector cooperativo y campesino, incluidas las UBPC. Como resultado de esas deficiencias y violaciones, se solicitaron 4 173 medidas disciplinarias a los infractores, de ellas 421 separaciones definitivas, 83 provisionales, 338 demociones y 1 662 multas. El 70 % se aplicó a personal dirigente, lo que reafirma la responsabilidad del jefe en aquellos lugares donde el descontrol, la falta de contabilidad y la indisciplina se convierten en caldo de cultivo para el mal manejo de los recursos. SE CRECE, PERO NO ES SUFICIENTE El 2001, indiscutiblemente, ha sido otro año de grandes esfuerzos para el MINAGRI: todavía no se satisfacen las necesidades de la población y los precios son elevados, pero la producción mantiene la tendencia de crecimiento mostrada en los últimos años; la ganadería continúa su recuperación; crecieron las exportaciones; mejoraron los indicadores de eficiencia y se generaron más de 100 000 nuevos empleos. En el logro de mejores resultados, expresaron los directivos de la Agricultura, influyeron negativamente los efectos de la crisis económica mundial, agravada por los acontecimientos del 11 de septiembre, con su repercusión inmediata en los precios, la baja del turismo y los negocios; así como el devastador huracán Michelle, que dañó producciones y plantaciones de cítricos, plátanos y otros cultivos. A esa dura realidad, se suma la caída en picada de los precios mundiales de los principales rubros exportables de origen agropecuario: café, miel de abeja, frutas y jugos cítricos, así como la significativa reducción de la demanda de tabacos, principal fuente aportadora de divisas para la producción de alimentos. Al no contar con suficientes recursos financieros para las materias primas de los piensos, por ejemplo, se afectaron las producciones de huevo y porcino. Los rendimientos agrícolas, un camino por el que deberán transitar todos los productos agropecuarios, mantienen su tendencia al crecimiento, resultado que se alcanza con una creciente reducción de los insumos básicos, a partir de un uso más eficiente de los recursos y de mayor efectividad en el manejo integrado de los cultivos, el incremento de medios biológicos y biofertilizantes.
La Agricultura Urbana, que terminó el pasado año con Al respecto, el ministro José Luis Rodríguez llamó la atención sobre el papel educativo y el valor estratégico para la salud que se le ha concedido al programa de producción de hortalizas y vegetales, hecho que obliga a perfeccionar los mecanismos de comercialización de esos productos y a modificar los precios, pues si bien es cierto que la Agricultura Urbana crece por años, los precios se han mantenido estables. |
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