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18/01/2002
Portada de hoy

¿¡Cuánto cuesta la limpieza de la ciudad!?

FÉLIX LÓPEZ Y YANITZA DÍAZ

"Esas son las botas de Armando Herrera", indicó el jefe del taller, mientras lo buscábamos bajo viejos camiones recolectores de basura. Enfundado en un grasiento overol, el mecánico asomó la cabeza, consultó el reloj, y le dijo al chofer: "Prepárate, que ahorita vuelves a la pelea". Y tras recoger los hierros se fue a solucionar otra avería, advirtiendo que el tiempo no alcanza para fotos o periodistas...

Armando Herrera,
Vanguardia Nacional, no tiene tiempo para fotos y periodistas.

Así ocurre desde hace mucho tiempo en los talleres de la Unidad Provincial de Higiene en Ciudad de La Habana. Armando Herrera, como todos lo presentan, es "el Vanguardia Nacional", pero hay muchos otros nombres tras esta historia de consagración y anonimato. Nadie conoce como ellos de tensiones y carencias económicas. Saben que todos los habitantes de la ciudad ponen los ojos en su trabajo, pero pocos conocen de sus sacrificios.

La disciplina de la población debe contribuir para no formar vertederos indiscriminadamente y hacerlo solo cuando se le convoque y garantice la recogida.

El Aedes aegypti, que encuentra en los vertederos de basura uno de sus más seguros refugios, multiplica por estos días el esfuerzo de los hombres de Comunales, y ha servido de tema para la reflexión colectiva. Al respecto, Granma dialogó ayer con Rolando Carrillo Díaz, director de la Unidad Provincial de Higiene, entidad que lidera el saneamiento en la capital.

TAREA NUESTRA DE CADA DÍA

La capital, con sus más de dos millones de habitantes, genera diariamente alrededor de 17 000 metros cúbicos de desechos sólidos. Para mantener la limpieza, explica Carrillo, existen dos sistemas de recogidas: la especializada (con contenedores en las calles y camiones compactadores) y la convencional (donde se utilizan tractores con carretas, camiones de volteo y tracción animal). En ambos existe un déficit de equipos.

Foto: ARNALDO SANTOSEn los últimos meses se ha trabajado con 38 ó 40 camiones.

"Para estabilizar la recogida especializada (en los municipios de Centro Habana, La Habana Vieja, Playa y La Habana del Este, además de las avenidas principales de 10 de Octubre, Arroyo Naranjo, La Lisa y Marianao), se necesitan 60 camiones colectores-compactadores. En los últimos meses se ha trabajado con 38 ó 40 equipos diarios. Hemos readaptado los recorridos y hay carros que cubren hasta dos rutas.

Rolando Carrillo, director
de la Unidad Provincial de Higiene en la capital.

"Ese parque, advirtió Carrillo, está constantemente en la calle. Se trata de equipos con 20 y hasta 25 años de explotación, sin piezas de repuesto, porque la mayoría de ellas ya ni se fabrican. Son nuestros mecánicos, a través del movimiento de innovadores, los que hacen maravillas para extenderles su vida útil. A eso hay que sumarle las indisciplinas de la población, que deposita en los contenedores piezas de hierro, inodoros y otros objetos que destruyen al camión".

¿Y qué medidas se toman al respecto para cuidar y alargar la vida de esos costosos equipos?

"Un camión de los que estamos hablando cuesta hoy entre 
105 000 y 110 000 dólares. El precio de un contenedor es de aproximadamente 140 dólares. De estos últimos faltan 1 594 en la capital. Quiere decir que donde iban seis contenedores, ahora hay menos, y aunque pase el camión cada mañana no podemos impedir que por la tarde estén desbordados. Otros 
1 400 contenedores en las vías están en mal estado.

"Esto último, fundamentalmente, a consecuencia de la indisciplina y el canibalismo: a unos les roban las ruedas, a otros las tapas o se lo llevan completo para utilizarlo como depósito de agua, por ejemplo. Existe un cuerpo de 200 inspectores; las multas son cuantiosas y severas, pero esos actos ocurren a la vista de todos y los más afectados son los habitantes de la comunidad. Eso quiere decir que la batalla y la vigilancia tienen que ser de todos.

"En estos momentos tenemos cerca de 9 500 contenedores en la vía pública, nuestros inspectores tienen que ser más agresivos; pero el apoyo del pueblo es inestimable".

¿Cuál es la situación con la recogida convencional?

"En esa actividad los mayores problemas se concentran en los municipios de 10 de Octubre, Playa y Cerro, y en menor medida en La Lisa y Marianao. Para realizarla contamos con 106 tractores con carretas, 95 camiones de volteo y 312 carretones con caballos. Donde se utiliza la tracción animal (Arroyo Naranjo, Boyeros, Cotorro, La Lisa y La Habana del Este) se mantiene más estabilidad, la población llega hasta compenetrarse con el carretonero".

Aunque una solución como esta, lógicamente, no puede emplearse en una gran ciudad.

¿Y qué ocurre con los recursos humanos?

"Ese dejó de ser un problema desde 1999. El sistema salarial que se implantó, acompañado de acciones de estimulación y atención a los trabajadores, dio respuesta a la estabilidad de la fuerza en la provincia".

La situación económica demanda de todos los sectores del país la búsqueda de soluciones alternativas, hasta tanto se pueda disponer de los recursos necesarios para comprar, por ejemplo, los nuevos camiones y los contenedores que faltan; ¿existe esa estrategia?

"Con los camiones colectores en funcionamiento se ha rediseñado el esquema de recorridos, manteniendo turnos de hasta 24 horas en el taller. De los cerca de 40 camiones que salen diariamente a la calle, un promedio de 17 ingresan al taller en el transcurso del día por alguna eventualidad. La base de la estrategia descansa en la consagración de los hombres, y ese es aquí un recurso infinito.

"En el caso de los desechos de los hospitales (que debe ser diferenciado por contener residuos peligrosos) se adquirieron tres modernos equipos compactadores que han logrado estabilizar este servicio".

— Además de los desechos normales que genera la ciudad, están aquellos que surgen como consecuencia del saneamiento intradomiciliario, ¿por qué demoran tanto en retirarlos de las calles?

"Es cierto que los planes de intervención urbanística, a través de los cuales miles de familias habaneras han logrado reparar sus casas, generan una cierta cantidad de escombros en las esquinas. Si una de esas personas llama y solicita que retiremos esos desechos, nosotros no podemos prestarles ese servicio, porque no contamos con los medios.

"Desde el mes de febrero, nuestra unidad recibió (para dedicarse a ese tipo de saneamiento), 52 camiones KP-3, 
8 cargadores frontales, 11 tractopalitas y 10 tractores chapeadoras. Pero esos equipos son insuficientes cuando se suman los grandes volúmenes que origina la indisciplina social...

"Desde febrero a la fecha, apuntó Carrillo, esa brigada ha recogido más de 950 000 metros cúbicos de escombros. Y todavía no es suficiente. Esta tarea se ha mantenido con el inestimable apoyo que nos presta el MINAZ, con 67 camiones, la cifra que nos falta, además de 57 tractores con carretas".

LA FUERZA DEL REFUERZO

El vertedero de la calle 100, en Marianao, es por estos días una suerte de termómetro de la solidaridad: allí entran y salen, no importa la hora, camiones de volteo con chapas de todas las provincias y rótulos de disímiles organismos. La mayoría de ellos lleva el nombre (y el espíritu) del Contingente Blas Roca, fuerza que lidera la batalla en todos los frentes: la fumigación, los salideros, y la recogida de basura.

Dicho en cifras, para que se tenga una idea exacta del trabajo que hoy se realiza, la fuerza de apoyo a la capital está integrada por los siguientes medios: 38 camiones colectores, 88 tractores con carretas, 526 camiones con volteo y 78 cargadores. Con todos esos recursos se han retirado de las calles de la capital alrededor de 200 000 metros cúbicos de desechos sólidos, y se calcula que quedan unos 135 000 en el piso.

El cerco del pueblo se sigue cerrando en torno a los vectores fundamentales. En toda la ciudad la gente limpia sus patios y azoteas, sacando a la calle todo aquello que pueda servir de refugio al mosquito. Hombres como Armando Herrera, el mecánico insignia de Comunales, o los miles de constructores del Blas Roca, andan a deshora por La Habana, despejando con su sudor una vieja interrogante: ¿¡cuánto cuesta la limpieza de la ciudad!?

18/01/2002

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