Ácana, una editorial joven

Enrique Atiénzar Rivero

CAMAGÜEY.— La editorial Ácana, a diferencia del 2000 en que cerró con 23 libros, terminó el pasado año su plan editorial con 44 títulos, con preferencia de obras dirigidas a niños y jóvenes.

Desde luego, este positivo resultado no fuera factible de no haberse producido la introducción de nuevas técnicas de impresión, financiadas por el Ministerio de Cultura como parte del esfuerzo de la Revolución en el ambicioso programa de desarrollar en el pueblo una cultura general integral.

Como se sabe, Camagüey es una importante plaza de teatro y en consecuencia esta editorial ha dado cabida a obras de este género. Empezó con el libro: Teatro para todos, de Rómulo Loredo; La niña de las redes, de Idangel Betancourt, y el más reciente Castillo de Isthar, la primera creación de Mario Junquera, director del grupo agramontino Espacio Interior.

Castillo de Isthar, presentado en el proyecto cultural EJO, de la céntrica calle Padre Valencia, por Rafael Almanza, ensayista, poeta y narrador, autor del libro de cuentos Octavo Día, de la editorial Oriente, es una propuesta ingeniosa, con valores éticos y un lenguaje asequible al sector juvenil, aun a sabiendas de que las creaciones del género teatral no son para la lectura sino para disfrutarla en escena.

Ácana si no abandona esa línea editorial garantizará literatura infantil, con libros como Cuentos para niños de todos los colores, de Niurky Pérez; Cuentos del Monte, de Roberto Machado, y Retozos y libaciones, de Martha Álvarez, sin perder de vista la necesidad de estimular publicaciones de investigaciones socioculturales, históricas, así como poemas, ensayos y las más variadas temáticas de autores locales de varias generaciones.