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Comprueban masacre contra aldea afgana Bombardean el este de Afganistán, mientras marines operan en territorio paquistaní WASHINGTON, 10 de enero.— La aldea de Qalai Niazi, en Afganistán, a dos semanas de ser blanco de un indiscriminado bombardeo de la aviación norteamericana, mantiene vivas las huellas de la masacre perpetrada contra la población civil, informa ANSA. Algunos sobrevivientes, entrevistados por el diario The Washington Post, afirmaron que las bombas mataron a por lo menos 80 personas, todas civiles, y rechazaron la justificación del Pentágono de que allí había miembros de Al Qaida, al jurar que estos jamás se acercaron al lugar y los representantes de los talibanes habían escapado desde tiempo atrás. Apunta ANSA que el único hecho que no se rechaza es que el bombardeo norteamericano provocó la mayor matanza de civiles conocida desde comienzos de la guerra en Afganistán.
Según las Naciones Unidas murieron 52 personas, e incluso un médico ruso, responsable del único hospital de la zona, habla en cambio de un centenar de víctimas. La masacre comenzó a las 3:30 del 29 de diciembre, cuando todos los habitantes dormían. Las bombas provocaron cráteres profundos de hasta 10 metros y entre los escombros de las casas aún es posible encontrar restos humanos y retazos de prendas destrozadas. El jefe del gobierno provisional afgano, Hamid Karzai, prometió una investigación sobre los episodios, e incluso el enviado especial norteamericano a Afganistán admitió que el hecho pudo ocurrir. Sobre los escombros del pueblo es posible detectar, advirtió el diario The Washington Post, algunas bolsas de nylon con la leyenda USAID en letras rojas, blancas y azules y el dibujo de una mano para simbolizar la ayuda norteamericana. Mientras, bombarderos norteamericanos hacían caer mortífera carga en el este de Afganistán, y tropas norteamericanas y de Islamabad desarrollaban operaciones conjuntas en territorio de Paquistán, con el argumento de acabar de destruir las bases de la organización Al Qaida, de Osama bin Laden. Fuentes norteamericanas afirmaron que había sido asestado un fuerte golpe a Al Qaida, al destruir una de sus más importantes bases cerca de Zawar, 30 kilómetros al sudeste de la ciudad de Host, según Itar-TASS. En el plano político, China y Paquistán anunciaron la próxima apertura de sus embajadas en Kabul y Viet Nam felicitó al líder interino afgano, Hamid Karzai, por la formación del gabinete. CADÁVERES DE MARINES MUERTOS AÚN SIN RESCATAR Los cadáveres de siete marines estadounidenses permanecen hoy en el mismo sitio en el que se estrelló este miércoles el avión que tripulaban cuando sobrevolaba Quetta, en Paquistán. Basada en fuentes del Pentágono, la CNN argumentó que la difícil geografía de la región montañosa en Quetta, cercana a la línea divisoria con Afganistán, ha impedido el acceso de los rescatistas norteamericanos. Un grupo de soldados estadounidenses se aventuró en la zona e incluso llegaron a avistar el lugar del siniestro, pero debieron regresar debido a lo intransitable del área. El Pentágono no descartó que la aeronave haya sido alcanzada por fuego enemigo. En contraposición, la prensa norteamericana alerta sobre los peligros que aún acechan a las fuerzas estadounidenses desplegadas en Afganistán y el vecino Paquistán, pese a las loas que se dedican al Pentágono por derrocar a los talibanes. El avión cisterna retornaba de una misión de varias escalas de abastecimiento iniciada en Jacobabad, Paquistán. La nave es, al menos, la sexta, entre aviones y helicópteros que Estados Unidos reconoce haber perdido en la contienda contra Afganistán, aunque siempre ha desligado la caída de sus aparatos con el fuego enemigo. El 9 de octubre, solo dos días después del inicio de la guerra contra la nación centroasiática en nombre del antiterrorismo, el Pentágono perdió su primer aparato y atribuyó la caída a un accidente ocasionado por malas condiciones atmosféricas. El 12 de diciembre, un bombardero B-1 cayó al Océano Índico sin que se reportaran bajas. CUESTIONAN POLÍTICA ÁRABE DE EE.UU. Más de 1 000 intelectuales, clérigos y artistas egipcios, tanto cristianos como musulmanes, condenaron hoy la política de Estados Unidos y la consideraron el primer enemigo de los árabes. Reporta EFE que, reunidos en un seminario organizado por el semanario panarabista egipcio Al Usbua, los representantes de la vida cultural egipcia criticaron, asimismo, los esfuerzos por equiparar el terrorismo con los movimientos palestinos y libaneses de resistencia a la ocupación israelí. |
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