Fútbol

La Selección reflexiona

Miguel Hernández

Desde las tribunas las conclusiones sobre lo que ocurre en la cancha parecen resultar un entretenimiento. Como cuando con toda la calma del mundo apreciamos una y otra vez en la máquina repetidora la escena de una acción para enjuiciar frente a la gran audiencia al deportista o a la autoridad.

Pero en fin son gajes del oficio... Así que, respecto al último partido contra Guatemala, la realidad confirmó la necesidad de encontrar un hombre-punta para que aproveche las pelotas que vomita el arquero rival o que se duermen frente a sus propias narices. Varios balones así, ansiosos de encontrar a alguien que les diera un leve puntapié hacia las redes, pasaron al olvido. Es que Alberto Delgado baja y sube, reparte, dribla, y hasta allí, al manchón de penal no puede llegar siempre.

A pesar de ingresar en los últimos 15 minutos, Ariel Betancourt se mostró incisivo y a punto estuvo de quebrar el marcador, lástima que equivocó el pie dentro del área chica con una pelota que era un flan para el gol.

Más allá del resultado, fueron una bendición los dos juegos de fogueo contra Guatemala, los únicos de nuestra Selección para la Copa de Oro, donde Cuba no tiene nada que perder y sí mucho que ganar después de clasificar. Por lo pronto, mejorar la imagen del 98, donde fue goleada en dos partidos, será su principal propósito en el grupo más difícil del torneo, con el dueño de casa, EE.UU., y el co-dueño del Mundial, Sudcorea.

Para la Copa debe estar listo un hombre duro atrás, Alexander Cruzata, que descansó su rodilla este miércoles, mientras se espera que Mario Pedraza recupere más confianza, un jugador fuerte, rompedor, quien no se debe complicar en la cancha con maniobras combinativas.

En las tribunas (¡ah, las tribunas!) el comentario de que Yenier Márquez se mostraría más consistente atrás que como volante de contención, se escuchó con frecuencia, después de estos topes contra una Guatemala que estará obligada a tener en plantilla a Dwight Pezzarossi (en Chile) y Guillermo Ramírez (en México), si pretende avanzar a la segunda ronda en el torneo californiano.

Aunque esta vez Lázaro Darcourt no fue su sombra, en cuanto al primer partido, es una de las piezas desestabilizadoras de un conjunto rápido, cuya vocación de marcaje y recuperación de pelotas puede sorprender a los superiores rivales y en ese camino destaca el pequeño medio campista Ramírez Rondón, a pesar de la baja que muestra en el segundo tiempo.

Ya en víspera de conocerse los 18 jugadores que viajarán a Pasadena, con todo y las limitaciones tradicionales de nuestro fútbol, esta Selección envía una señal a sus grandes adversarios: no vendan la piel antes de cazar al lobo.