Desde Venezuela

Como la tierra de uno, ninguna

OSCAR SÁNCHEZ

BARQUISIMETO, Venezuela.— Cuando se actúa en calidad de anfitrión la gradería es ensordecedora, pero se vuelve al propio tiempo más exigente. No hay nada más frustrante para el aficionado de casa que ver a su compatriota salir derrotado. A veces, aun cuando lo haya hecho bien.

Vizcaíno, con uno de sus púpilos.

Tan alta fue la responsabilidad del entrenador cubano de boxeo, Jorge Vizcaíno Santana, en la ciudad larense de Barquisimeto, sede de los Juegos Nacionales Juveniles de Venezuela.

Tal vez por eso se mostró eufórico el cienfueguero, cuando a solo dos jornadas de la final ya había superado ampliamente la actuación precedente de la selección del estado de Lara en los pasados Juegos.

"En la cita anterior Lara no pudo ni siquiera alcanzar un triunfo, es decir, ninguno de sus boxeadores bajó del cuadrilátero con la mano en alto. Ahora fueron 17 victorias, con dos medallas de oro, tres de plata y tres de bronce".

El botín larense confirmó su extraordinaria faena, pues en los últimos diez años Lara había obtenido una sola presea, de oro en 1991.

Para él la misión, aunque la distancia siempre presupone una barrera, no es nueva. Confiesa que es la primera vez que sale del país, pero...

"Ya estuve por espacio de cuatro meses en la provincia oriental cubana de Las Tunas. Allí fue necesario emprender un trabajo que permitiera a los tuneros perfeccionar sus métodos y no lo pensé dos veces cuando me lo pidieron. Así que cuando me comunicaron que había sido seleccionado para la tarea venezolana, pasó igual".

De cualquier forma, siempre es difícil... "porque ahora mismo yo quisiera tener a mis hijos Yoandy y Yasniel a mi lado, quisiera sentarme a comer con Loli, mi esposa, o irme con los amigos de mi barrio, Caonao, a tomarme unas cervezas en el malecón de Cienfuegos, pero me ha tocado estar aquí. Así es el trabajo".

Dice Vizcaíno que se siente agradecido... "no podía sentirme de otra forma, pues esta oportunidad brinda la posibilidad de comparar cuánto de abnegado tiene nuestro trabajo y cuánto de entrega y dedicación tienen los atletas cubanos. Yo lo contaré a mis alumnos cienfuegueros al regreso. Aquí puedes notar excelentes condiciones para el entrenamiento, sin embargo hay que batallar muy duro con la constancia y disciplina del deportista. Ahora ya tengo más clara la idea de por qué Cuba es una potencia deportiva, y es que esa fortaleza pasa por la virilidad de nuestras cualidades, por la voluntad que ponemos cada día".

Algo que lo distingue es la satisfacción con la que emprende cada tarea. "Estos resultados aquí los he sentido tanto como cuando vi a Manuel Mantilla coronado como campeón mundial, un muchacho que estuve preparando por más de tres años en su vida de atleta escolar; o al ver con su corona del planeta en la categoría junior a Neslán Machado, con quien estuve casi hasta su salto de escolar a juvenil; es la misma alegría que experimenté al subir a Lorenzo Aragón siendo prácticamente un niño a un campeonato nacional, en el cual sacó del organigrama al campeón olímpico Rogelio Marcelo. Allí terminó en bronce. Y es que si no sintiera lo mismo ante cada compromiso, difícilmente pudiera conseguir el objetivo final".

No se cree diferente a los demás y cree que no hay cubano que no recuerde todos los días a su familia, y a su cuadra, sus vecinos. "Aquí tú pasas y ves las calles congestionadas de vehículos, de luces por doquier, y es entonces cuando todo esa ciudad te viene encima y comienza la nostalgia con más fuerza, porque, por ejemplo en mi caso, enseguida viene a mi mente Cienfuegos, con las esquinas de boxeo, voleibol, béisbol, atletismo... de todos los deportes. Como la tierra de uno, ninguna".

Preguntado sobre si un día le dijeran en Venezuela, Cuba o en cualquier lugar que ya no impartiría clases de boxeo, contestó rápido: "Soy Licenciado en Cultura Física, y un graduado de nivel superior, si es cubano, está listo lo mismo para dar una clase de educación física, que para ser promotor de recreación o un técnico de la cultura física. Lo que quiero decir es que estamos aptos para lo que venga".