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28/12/2001
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Las Tunas, año 2001

Más de 4 000 nuevas viviendas

PASTOR BATISTA VALDÉS

JESÚS MENÉNDEZ, Las Tunas.— "A veces voy a visitar a mi vecina y cuando vuelvo me quedo como desorientada, creo que se me ha perdido la casa, miro esta y pienso que estoy soñando, que no es mi nueva vivienda...".

Con criollo acento las palabras brotan de los labios de Odalys Moro, habitante del asentamiento rural Vega de Mano: un lugar donde más de 300 viviendas gemían hasta hace poco bajo el látigo del tiempo y hoy solo faltan unas 27 por ser totalmente transformadas.

Esta vivienda es una muestra de las que han sido terminadas en el actual año en la provincia.

En términos similares a los de Odalys pudieran expresarse más de 4 000 familias que este año, ajustándose el cinturón, con apoyo de los vecinos y ayuda del Gobierno, han concluido sus hogares en esta provincia: la que más viviendas termina en el país junto a la colindante Granma.

Al conocer esas cifras, o percibir in situ el fuerte empuje constructivo que aquí tiene lugar, muchas personas pudieran imaginar que Las Tunas ha sido favorecida con un extra de recursos, para atenuar un poco el deplorable estado que hasta hace poco caracterizaba su fondo habitacional.

Y no es así. El verdadero "extra" no ha venido de fuera. Lo ha puesto, básicamente, el propio sustrato natural o geográfico mediante el cocó (popularmente conocido como cocoa), la piedra, la ceniza de los centrales, el barro y otros materiales, aprovechados ya sea en el rescate de la vieja y probadamente efectiva técnica del mamposteado, o en la fabricación de tejas, bloques, ladrillos y otros aseguramientos indispensables para edificar.

SECRETO A TODA VOZ

Como Marbely Velázquez —directora provincial de Viviendas— otros especialistas opinan que entre las razones del avance tunero en esta actividad durante los últimos años está, por una parte, la demostrada posibilidad de emplear niveles inferiores de cemento y de acero, en comparación con los métodos tradicionales, sin que por ello se vayan a pique presencia y calidad.

Pero aún así, poco se habría logrado si desde el principio no se articula y se hace funcionar todo un sistema encaminado a transformar mentalidades, a cambiar adormecidos conceptos, a convertir a la familia necesitada en protagonista activa y artífice directa de la construcción de su propio hogar, en un proceso donde la ayuda de los vecinos, el barrio y la comunidad resulta cada vez más notable y deviene a su vez punto de referencia para sacudir y motivar a los más lentos.

"Ahora —me comentaba Abel Jiménez, uno de los principales promotores de esta experiencia en la comunidad de Cascarero— la gente sabe que si entra un poco de cemento, o ladrillos, o algunos módulos de techo, no son para el que primero abrió la boca y pidió, sino para el que más ha avanzado con su esfuerzo personal y con la cooperación del barrio".

En Vega de Mano incluso han logrado algo que ya se extiende por otras zonas. Según explica el delegado de la circunscripción, con propuestas del propio vecindario crearon una comisión integrada por los vecinos de más seriedad, prestigio y respeto, quienes a medida que llegan los materiales se encargan de ir asignándolos del modo más justo, a partir de conceptos, criterios y prioridades como los antes expuestos.

Lograr un grado de participación, consenso y democracia así, explica por qué en muchos lugares con empeño comunitario se le ha construido su nuevo hogar a la pareja de ancianos, a la madre que vive sola con sus tres niños, a la familia cuyos integrantes son todos débiles visuales... en tanto también se han edificado así las primeras escuelas, consultorios médicos, bodegas y otras instalaciones de beneficio social.

LUNARES SOBRE LA PIEL

No obstante, sobre la piel de esta experiencia hay también lunares que ni los directivos de la Vivienda, ni el Gobierno en las localidades, ni la máxima dirección política y administrativa de la provincia pretenden desconocer u ocultar.

Tal es el caso de la calidad. Nadie niega que ha mejorado. ¿Pero por qué aún una parte de las viviendas que se terminan presentan dificultades, si están hechas con materiales y técnicas similares a los empleados desde hace más de un siglo en antañas construcciones coloniales que hoy conservan toda su vitalidad en este territorio?

Pesquisas al respecto indican que todavía no se aprovechan suficientemente las posibilidades que para un mayor rigor y seguridad ofrecen los laboratorios existentes, que muchas veces no media una certificación de calidad de los materiales producidos localmente, que no se explotan igual todas las capacidades instaladas al respecto, ni del mismo modo se aprovecha el tiempo en ellas...

Visto con la integralidad que el fenómeno merece no es raro que mientras a nivel de barrio unos hablan ya de diseño, servicios del arquitecto de la comunidad o de otras "novedades", quienes encauzan este movimiento empiecen a preocuparse por el insuficiente número de jóvenes tuneros que hoy cursan estudios superiores en especialidades de la construcción, fenómeno que si se deja de la mano puede enredar hasta los pies a la vuelta de unos años.

No menos atención acapara el tema del delito. Datos de la dirección provincial de los Comités de Defensa de la Revolución indican que "en la provincia hay más de 1 600 casos de ilegalidades en torno a la vivienda". La práctica —en cambio— confirma que muchas personas violan por desconocimiento, lo que obliga a un trabajo más eficaz de información y orientación, sin renunciar a la exigencia y al control rigurosos.

Este movimiento constructivo ha echado a andar y cobra cada vez más fuerza. De no ser así todavía alrededor del 70 % del fondo habitacional tunero estuviera en regular o mal estado... y ya hoy se habla de un 52 % de viviendas buenas.

Como explica Marbely, "a esas más de 4 000 nuevas casas hay que añadir unas 3 753 acciones de conservación y más de 1 600 de rehabilitación".

Y aún así de acuerdo con valoraciones del último Pleno del Comité Provincial del Partido aquí, alrededor del 45 % de las personas atendidas por la oficina abierta a las preocupaciones de la población, formulan planteamientos en torno a la vivienda.

Aquí en Las Tunas son cada vez más quienes se integran a ese apogeo constructivo popular —no exento de errores e insatisfacciones—que le permite a este enero victorioso del 2002 atisbar desde su primer parpadeo miles de nuevos hogares en distintas fases de ejecución.

28/12/2001

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