Desde Venezuela

El jonrón más largo del equipo Cuba

OSCAR SÁNCHEZ
FOTOS: RICARDO LÓPEZ,
Enviados Especiales de Granma

BARQUISIMETO, Venezuela.— David, Julio, Daysi, Elvira... quisieron hacer realidad el verso, pues han echado su suerte con los pobres de la tierra. A Venezuela llegaron con las alforjas llenas de amor, su única y poderosa herramienta de trabajo.

Ellos y otros 15 cubanos licenciados en Cultura Física decidieron poner sus experiencias en manos de las zonas más humildes de la ciudad venezolana de Barquisimeto. Ese destino, lógicamente, no le puso en el camino medios ni recursos para su labor.

Julio, al centro, conduciendo la miniolimpíada.

Pero, el rumbo escogido hizo brotar esa suerte de tenacidad, mezclada en rara química con la ternura, que tiene dentro la Patria de Martí. Ni en La Carucieña, Loma de León o Brisas del Turbio, pequeños y muy pobres asentamientos poblacionales, conocían cómo un profesor de Educación Física podía mejorar la calidad de vida de cada ser humano.

En menos de seis meses esos barrios conocieron los círculos de abuelos, la gimnasia para la mujer embarazada, las áreas de cultura física terapéutica para tratamientos a obesos, y a personas con problemas óseos y circulatorios, los Festivales Deportivos Recreativos, los programas infantiles A Jugar. En definitiva, han puesto a 16 980 personas mensualmente a hacer actividad física.

Y ahí no queda todo, han preparado y formado a 18 equipos de fútbol en distintas edades, 8 conjuntos de natación, 10 de voleibol, 14 de baloncesto, seis de tenis de mesa, 12 de atletismo, 10 de ajedrez, siete de béisbol, dos de ciclismo y uno de softbol. ¿Con qué?

Niños venezolanos premian a sus profesores cubanos.

"Hemos creado nosotros mismos los medios, sobre todo para la iniciación deportiva de los niños. Pasan de 15 los aparatos que de forma rústica, pero muy útiles, ponemos a disposición de los habitantes de esas zonas", comenta José Santamarina, coordinador de este grupo de promoción de recreación, que se ha ganado por su trabajo el calificativo de recreólogos por la más alta dirección del deporte en el estado de Lara.

Solo tres de las iniciativas cubanas ilustran cuán provechosas han resultado. Dos listones de madera con una varilla se han convertido en un medio multipropósito para la enseñanza del atletismo, pues sirve para salto de altura, pasar vallas, practicar el relevo, porque se convierten en batones sus empates, y para tiros de precisión.

Es necesario este punto y aparte para la segunda y tercera. Una simple escalera aparece con siete fines: pasar vallas altas; soporte para tiros de precisión en niños entre siete y ocho años; laminario; enseñanza del salto de altura; para ejercitar musculatura de brazos y voleibol recreativo, aquel que no lleva remates. La otra consiste en simples bloques de arrancada para el atletismo. Cuenta con todas las posiciones de salida, lo mismo alta, media, que baja, y tiene, entre otros objetivos, posibilidades de trabajar los saltos de altura y de longitud; delimitar terreno y formar pequeñas vallitas que se utilizan en los programas de habilidades físicas.

OPINAN LOS TÉCNICOS

"Es un trabajo muy bonito y agradecido. Cuando entrenas a un atleta de alta competencia, de algún modo vas tras una aspiración personal, pero cuando llevas la actividad física a estos niños, jóvenes o ancianos, estás llenando un vacío en sus vidas, cubres una necesidad vital, pues tiene mucho que ver con su salud mental y física. Solo hay que ver a los niños en la miniolimpíada que realizamos en los Centros de Servicios Estadual de Atención a Menores, donde no existía un trabajo sistemático en cuanto al deporte", afirma el villaclareño Julio García, quien llegó a Venezuela con el singular aval de ser el mejor profesor de Educación Física del año 2000 en Cuba.

"Te podría contar muchísimas cosas, pero lo más lindo que nos ha sucedido es ver cómo las comunidades nos han hecho sus líderes. No hablo de protagonismo, sino de reconocimiento, de agradecimiento. Trabajo con los ancianos, y es muy estimulante que en las calles esas viejitas y viejitos te digan: profe Marcelina, ya tengo bien la presión arterial, o ya no me duelen las piernas", narra esta holguinera, a quien se le aguaron los ojos cuando le conté que Manuela, una de las abuelitas de su círculo me dijo: "yo no quiero ni pensar en el día en que se vaya".

Novo, al frente de un círculo de abuelos.

Tuvimos la oportunidad de vivir aquí lo que la bayamesa Alicia Reyes definió como uno de los días más felices de su vida profesional. Su grupo, que además integran Julio, Fidel Raúl Novo (Matanzas), Esteban Rodríguez (Santiago de Cuba) y Carlos Lanuza (Las Tunas), ganó la primera miniolimpíada y fueron asaltados por una bella idea de Marcos y José Manuel, dos de sus pequeñitos alumnos, quienes les dijeron a sus padres que les pondrían las medallas ganadas a los cubanos. "Si yo fuera pelotera nunca iba a pegar un jonrón más largo que ese", sentenció Alicia.

CREO EN LOS PODERES CREADORES DEL PUEBLO

"Ha sido muy importante la asistencia cubana, porque hemos podido, con una fuerza técnica muy capaz, llegar con el deporte hasta esos poblados alejados, y de veras, es un trabajo muy meritorio, que incluso ha llegado hasta la recuperación de instalaciones deportivas con sus propios esfuerzos, como sucedió en Siquisiqui, uno de los municipios más alejado del estado de Lara. Allí había una piscina que llevaba tiempo sin usarse y los cubanos taparon las grietas, la pintaron, arreglaron el cuarto de máquinas y ahora tienen una bella instalación con abundante matrícula", comenta Julián Garrido, presidente de FUDELA, Fundación para el Deporte de Lara.

Y es que los colaboradores cubanos han hecho realidad la frase de otro gran poeta. Parecería que el venezolano Aquiles Nazoa logró la inspiración en estos hombres de deportes cuando escribió: "Creo en los poderes creadores del pueblo".