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Alí entre las cuerdas ROLANDO PÉREZ BETANCOURT EL New York Times dio a conocer que Hollywood le propuso a Mohamed Alí protagonizar un anuncio destinado a difundirse en las televisoras árabes. El ex campeón profesional de los pesos pesados, musulmán desde hace más de treinta años, tendrá que expresar en un minuto dos ideas esenciales, algo nada fácil si se tiene en cuenta que su avanzado mal de Parkinson apenas le permite hablar. Las dos ideas son parte de un plan ideológico dado a conocer el 11 de noviembre pasado por Karl Rove, el llamado "maestro de la imagen" del gobierno republicano, en una reunión sostenida con cuarenta importantes ejecutivos de la industria del cine norteamericana.
Ese día el enviado especial de Bush había sido bien enfático: el Presidente necesita vender la guerra de Afganistán dentro y fuera del país. Fue Jack Valenti, presidente de la Motion Picture Association, quien casi con las mismas palabras de Rove, dio a conocer los dos contenidos que deberá decir Mohamed Alí, otrora Cassius Clay: "Alí contará —le dijo al Times— que los musulmanes en los Estados Unidos viven libremente y practican su religión sin problemas". El otro englobado es insistir en el concepto de que "esta no es una guerra contra el Islam, sino contra los asesinos de víctimas inocentes". Tras la reunión de Rove con los ejecutivos de Hollywood, había quedado en claro que el Presidente de los Estados Unidos, si bien quería vender aquella guerra mediante el amplio poder comunicativo del cine, no sabía el cómo. Tampoco los directivos tenían una respuesta, debido a que ambas partes coincidían en que las viejas fórmulas, "a lo Rambo", no tendrían ningún poder de convencimiento. Valenti, en sus tiempos mozos asesor de Lyndon Johnson y conocido en el sector artístico por su amplio dominio en el malabarismo político, creó entonces un llamado Comité 11 de septiembre, llamado a coordinar los esfuerzos patrióticos de la llamada meca del cine. No faltaron aplausos para el empeño, pero igualmente orejas alzadas y voces de alerta ante lo que también prometía ser un embudo para que el viejo gato pasara disfrazado de liebre. Bajo el título de "Hollywood no debe ser un instrumento de la política de Washington", el periódico Le Monde publicó este 13 de diciembre una entrevista con Robert Redford, donde el actor y director reconoce que luego de la agresión terrorista del 11 de septiembre se hacía necesario un cierto patriotismo en torno al símbolo que representa la bandera. No era el momento aquel —dice Redford— de formularles cuestionamientos al sistema relacionados con la educación, la salud pública o la protección social, como venía haciendo alguna gente. Sin embargo —alega Redford—cuando esa misma gente comienza luego a emitir sus críticas y son considerados antipatrióticos, entonces eso deviene un peligro para la libertad por la que alegamos estar combatiendo. Ante la pregunta de qué piensa de las demandas formuladas por la Casa Blanca, dijo: "Venir a Hollywood para pedir su apoyo (no hacer películas críticas, por ejemplo) es una maniobra política. La comunidad de Hollywood debe hacer lo que ha hecho sin recibir instrucciones de Washington. Ya eso se vio, cuando durante la Segunda Guerra Mundial Disney se convirtió en una maquinaria de propaganda gubernamental. Aunque hace cincuenta años aquel apoyo pudo considerarse necesario. Pero hoy día el mundo ha cambiado, se ha hecho más cínico. Entonces... ¡pedirle a Hollywood que haga pasar un mensaje...! ¿Pero qué mensaje y con qué contenido? Realmente no pienso que Hollywood se vaya a dejar utilizar como un instrumento de propaganda". En cuanto al posible anuncio que protagonizaría Mohamed Alí, su representante ha dicho que están a la espera del proyecto y de una decisión final. Nadie olvida que Mohamed Alí fue estigmatizado por el gobierno cuando en la década del sesenta se negó a pelear en Viet Nam, lo que le costó el título de campeón y la pérdida de su pasaporte. El propio Jack Valenti, entusiasmado por su primer proyecto propagandístico, se ha adelantado a las especulaciones: "Se equivocó Alí cuando se negó a alistarse —dijo—, pero desde entonces ha pasado por una fabulosa redención, y por lo tanto, tiene credibilidad. También llama la atención la manera diplomática en que este primer producto madurado por el Comité 11 de septiembre persigue llegar al mundo árabe, muy diferente a los tradicionales materiales en los que la supremacía norteña era lo más resaltante frente a una tergiversada imagen islámica. Por lo demás, aunque esto no
es ideología, sino puro comercio, o dialéctica de la taquilla, el
anuncio del posible anuncio, se dio a conocer horas antes de que en las
pantallas de Estados Unidos se estrenara, ayer martes, una película
acerca de la vida de Mohamed Alí, protagonizada por uno de los actores
negros de mayor fama en la actualidad, Will Smith. |
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