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Día del Educador El privilegio de ser maestro en Cuba Con la condecoración a destacados compañeros del organismo central del MINED, concluyeron en todo el país las entregas de órdenes, medallas y distinciones en el sector de Educación Iraida Calzadilla Rodríguez "El maestro es un sembrador por excelencia, y si nos situamos dentro de la batalla de ideas, sin duda ocupamos un lugar privilegiado en el contexto social cubano", así discurría Elsa Núñez Aragón, minutos después de haber sido condecorada con la Medalla José Tey. Y agregaba: "La responsabilidad histórica que tiene el magisterio hoy es de primer orden, pues la escuela se levanta omnipresente: es la institución que más presencia tiene en la nación, no hay comunidad, por lejana que se halle, donde no esté un educador aunque sea para solo un niño".
La Máster en Educación Investigativa del Instituto Central de Ciencias Pedagógicas resumía así el sentir de 35 trabajadores del organismo central del Ministerio de Educación y dependencias en él representadas que, en la mañana del viernes y por el Día del Educador, en la explanada frente al monumento a las víctimas del Maine recibieron indistintamente la Orden Frank País de Primer y Segundo grados, la Medalla José Tey y la Distinción Por la Educación Cubana, en reconocimiento a sus relevantes méritos, destacada participación en el desarrollo educacional del país y aportes a la formación integral de las nuevas generaciones. Con ese acto cerraron las actividades de su tipo que a nivel nacional se realizaron durante la Jornada del Educador y en la que en todo el país fueron reconocidas con la Orden Frank País de Primer Grado y dados sus méritos extraordinarios, la doctora Lidia Turner, presidenta de la Asociación de Pedagogos de Cuba, y Alvarina Rodríguez Palacio, profesora del Instituto Superior Pedagógico Félix Varela, en Villa Clara. La Frank País de Segundo Grado la recibieron 28 pedagogos, la Medalla José Tey 193 y la Distinción por la Educación Cubana 564. LA OBRA DE LA REVOLUCIÓN En sus pechos está el reconocimiento a muchos años de trabajo y todos simbolizan a los maestros cubanos y lo que han hecho para lograr una continuidad histórica. Cada obra resulta precursora de lo que vendrá después y hoy a ustedes les toca corresponder a la confianza depositada por la Revolución y el Comandante en Jefe, para que los programas que se llevan adelante tengan total éxito, manifestó Luis Ignacio Gómez, titular del MINED, en el acto de entrega de las condecoraciones. En su breve intervención, Gómez señaló el significado, hace 40 años, de la Campaña de Alfabetización, la cual permitió erradicar el analfabetismo de nuestro país y lo situó como el primero de América Latina en vencer ese flagelo; destacó la labor de los maestros, desde aquellos que se iniciaron como alfabetizadores y después continuaron en el magisterio, hasta las nuevas generaciones que han abrazado la noble profesión; y afirmó que podemos sentirnos orgullosos de un pueblo que ha adquirido un mínimo de noveno grado de enseñanza y persiste en la senda del saber. Uno de los condecorados,
Héctor Valdés, profesor del Instituto Central de Ciencias Pedagógicas,
dijo a Granma que "ser maestro hoy es estar en la primera trinchera del
combate. El ejército de educadores cubanos nos erigimos a partir de la
modestia, del espíritu de sacrificio ante el trabajo, el amor hacia los
niños y de un apoyo irrestricto a la Revolución. Nosotros nos
convertimos en un bastión inexpugnable de la batalla de ideas". |
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