MEXICO, 22 de diciembre (PL).—Cuatro años después de la matanza de 45 indígenas en la comunidad chiapaneca de Acteal, continúan sin ejecutarse 29 órdenes de aprehensión contra los implicados en ese suceso, uno de los más terribles de la historia mexicana reciente.

A sangre fría los paramilitares pusieron fin a la vida de 21 mujeres, 15 niños y nueve hombres que rezaban por la paz en Acteal, municipio de Chenalho.

Sus cuerpos aún siguen enterrados en el mismo paraje montañoso donde fueron asesinados en 1997.

Las autoridades judiciales han sentenciado a 57 personas, en su mayoría indígenas, como autores materiales de los sangrientos hechos, pero un total de 29 órdenes de aprehensión contra estos continúan sin llevarse a cabo.

A pesar de que la Procuraduría General de la República (PGR) ha señalado la responsabilidad de servidores públicos, en los últimos cuatro años solo nueve policías estatales han sido sentenciados (con penas de tres años y nueve meses de prisión) por "tolerar el equipamiento de civiles armados y la consumación del crimen".

También fueron condenados a ocho años de prisión tres jefes policiacos, y un militar acusado de armar y adiestrar a los criminales, fue sentenciado a cuatro años y seis meses de cárcel.