Continúa infructuosa persecución
de Bin Laden

WASHINGTON, 14 de diciembre.— A estas alturas de diciembre, cuando solo falta un par de semanas para que termine el año, el Pentágono anda diciendo que no tiene certeza del lugar donde se encuentra Osama bin Laden.

Marines norteamericanos ocupan Kandahar tras haber sido tomada por grupos tribales antitalibanes.

En los ministerios norteamericanos parece haber preocupación de no poder capturar al escurridizo saudita, jefe de la organización Al Qaida, y las declaraciones de hoy de la portavoz del Pentágono, Victoria Clark, lo señalaban: "No sabemos dónde está... tenemos diversas informaciones, algunas de las cuales podrían hacer pensar que está en la región de Tora Bora", informó AFP.

En las Montañas Blancas, donde se encuentra el complejo de túneles de Tora Bora, según AP, el jefe afgano Hazrat Alí dijo que sus tropas habían localizado una cueva que podría ser el refugio de Bin Laden.

Hazrat añadió que en los combates que tienen lugar en la zona, donde persisten los bombardeos norteamericanos, sus hombres habían rodeado a los efectivos de Al Qaida, pero la versión no pudo ser confirmada porque los periodistas son mantenidos lejos del frente.

Muchos de los que persiguen al acusado de terrorismo están estimulados por la recompensa de 25 millones de dólares ofrecida por Washington.

Paquistán, cuyas fronteras están cercanas a las áreas de combates y bombardeos, teme que el jefe de Al Qaida penetre en su territorio pese al despliegue de un imponente dispositivo de seguridad en el que participan miles de soldados en una extensión de 40 kilómetros.

Se trata de una zona ocupada por tribus pashtunes, que se desplazan a uno y otro lados de la frontera regularmente, pues más allá de las bases militares, las autoridades paquistaníes no tienen control.

Mientras, la agencia Afghan Islamic Press indicó que Osama había abandonado Tora Bora el 25 ó 26 de noviembre pasado con destino desconocido.

Desde Kandahar, EFE dio la noticia de que decenas de marines estadounidenses tomaron el control del aeropuerto, desplazando a las fuerzas afganas que lo habían tomado antes de la desbandada talibana de esa ciudad.

La ocupación de la instalación se debe a que Estados Unidos desea una base operacional para sus vuelos.