Según el teniente coronel del Ejército de Filipinas, Danilo Servando, este grupo de fuerzas especiales norteamericanas realizará "una misión delicada" en esa provincia - de población mayoritariamente musulmana- sin especificar detalles.

Fuentes militares anunciaron la llegada de otros grupos de oficiales y soldados estadounidenses a territorio filipino, en los próximos meses, en una misión que califican de "fruto de la colaboración militar entre ambos países".

En su propugnada cruzada internacional antiterrorista, Washington ha decidido brindar asesoramiento militar al Ejercito filipino, uno de sus principales aliados asiáticos y, de manera especial, en su lucha contra la organización separatista musulmana Abu Sayyaf.

Washington acusa a este movimiento de estar vinculado y apoyar a AlQaeda, organización del saudí Osama Bin Laden, culpado por los ataques terroristas contra Washington y Nueva York el pasado 11 de septiembre.

Surgida en 1991, Abu Sayyaf es la organización más pequeña y radical entre un numero de grupos que luchan por la independencia de un Estado islámico en el sur de Filipinas, país donde tan solo un cinco por ciento de su población es musulmana.

Medios oficiales plantean que este grupo es el responsable de los secuestros, desde hace meses, de una pareja de misioneros estadounidenses y de una enfermera filipina.

Evidentemente el Gobierno de Manila aspira a resolver sus conflictos internos mediante el respaldo de su socio estadounidense.