Selton Mello, un actor a derechas

Andrés D. Abreu

Selton Mello, conocido en toda Cuba como el Abelardo de la telenovela Fuerza de un deseo, llegó a La Habana para participar en el XXIII Festival con su personaje de Andrés en la película A la izquierda del padre. En la noche de ayer, después de recibir su Coral, partió hacia Brasil con la visible alegría de ser premiado como el mejor actor masculino.

No puedo esconder mi emoción por el premio y por cómo en Cuba se ha recibido esta película —dijo Selton al conocer las decisiones del jurado. Aquí con A la izquierda del padre las personas sintieron de una manera diferente a otros festivales internacionales donde ha participado, porque los cubanos como los brasileños tenemos sangre apasionada y eso no podemos dejar de entregarlo en nuestro cine.

Aunque este joven de 28 años es muy conocido por sus múltiples telenovelas y miniseries de TV, también acumula experiencias en teatro y en cuatro obras cinematográficas anteriores.

"Esta película es mi trabajo más difícil y complejo y me ha dado mi primer premio internacional, lo que significa mucho para mi trayectoria y la consagración de mi esfuerzo como artista. Soy un actor joven que gusta de personajes meticulosos y diferentes. En Brasil es fácil quedarse haciendo telenovelas con roles muy parecidos, pero yo prefiero el desafío de cosas distintas."

La película A la izquierda del padre, que ya acumulaba el Premio de Contribución Artística en Montreal y el del jurado de Biarritz, ahora suma a sus éxitos los Corales de fotografía, música y el premio especial del jurado de este Festival habanero.

Estos reconocimientos —agrega Selton— fortalecen el pensamiento artístico brasileño de hacer cine desde distintos puntos de vista, acorde con nuestra mezcla cultural. Este cine brasileño es capaz de ganar premios y eso ayudará a que los productores apoyen los proyectos de nuevos directores. Ahora vamos a Rotterdam. Allí llegaremos acuñados por este Festival y de seguro se nos recibirá mejor.

Mello envió un saludo a todas las personas que le saludaban en los cines y las calles bajo el nombre de Abelardo y concluyó:

Me marcho de mi primera vez en Cuba con todas las buenas impresiones posibles. Les doy muchas gracias y con certeza volveré el próximo año, quizás con otra película y de seguro con mis padres porque con ellos hubiese querido compartir las emociones de La Habana.