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Un médico en toda la extensión de la palabra A sus 74 años, el profesor Julio César Santana Garay, sigue su incansable labor docente, investigativa y asistencial Enrique Atiénzar Rivero
Camagüey, su ciudad natal, lo acoge en estos días y más que para festejar el cumpleaños, viene a impartir sus sabios conocimientos, a dictar conferencias, presentar, con carácter nacional, su última publicación Infección por el VIH en el complejo bucal, y por qué no, aunque por modestia rehúya el elogio, a recibir reconocimientos, sintetizado en el Escudo de la provincia, máximo galardón que otorga la Asamblea Provincial del Poder Popular. La entrevista pretendía conocer, en esencia, el contenido del nuevo libro, de la Editorial Ciencias Médicas, que hoy viene a reforzar las bibliotecas de las universidades médicas y el bagaje profesional. La obra, con 235 páginas, comienza con una breve referencia a la historia de la aparición del SIDA, prosigue con la epidemiología global y la de Cuba del síndrome e insiste en hallazgos estomatológicos de 538 pacientes estudiados en nuestro país y profundiza en el estudio de la candidiasis bucal, la leucoplasia, el herpes simple y otras manifestaciones víricas, extendiéndose a las enfermedades periodontal, la estomatitis aftosa recurrente, el compromiso de las glándulas salivales y las manchas y manifestaciones de la mucosa bucal. El énfasis que ha hecho en las enfermedades oncológicas y la motivación a seguir estos temas obligados de la conversación, pero es mejor que sea él quien lo explique. "Principalmente las enfermedades neoplásicas, es decir, el cáncer, para decirlo más claramente, afecta tanto a la humanidad, al hombre en todas sus relaciones sociales, en su comunicación. Es una enfermedad que tan siniestramente ataca al hombre, que cualquier medida, cualquier atención que tengamos nosotros sobre esa enfermedad, es algo que nos llena de satisfacción hacer algo contra eso, pero, sobre todo, en cumplir el objetivo de prevenir". EL CÁNCER ES POSIBLE EVITARLO El cáncer, como una serie de enfermedades graves, es posible evitarlo, por ejemplo el cáncer bucofaríngeo siempre tiene algo premonitor, algo que empieza con una señal de que se va a padecer la enfermedad, y es allí donde nosotros debemos hacer prevención y luchar para que no continúe. "En los últimos años de mi trabajo me he dedicado profundamente, he dado todas mis energías a luchar por la prevención del cáncer bucofaríngeo y en general, repito, se puede evitar con una serie de medidas, sobre todo, en la vertiente de la promoción y la educación por la salud". Un alto nos permite recordar que el profesor Santana es presidente de la comisión nacional de detección del cáncer bucal, programa que dio sus primeros pasos en Camagüey y la provincia de La Habana a principios de la década de los 80, y mediante el cual se exhibe el mejor resultado en Cuba entre todas las patologías graves, con una reducción de la tasa de mortalidad en un 10 por ciento y la curabilidad a la altura de los países más desarrollados en el mundo, basado en la prevención y el diagnóstico precoz. Lo infatigable de su hacer, lo mejor de su vivencia, la tienen los estudiantes de la universidad médica de Ciudad de La Habana, del Instituto Nacional de Oncología, donde labora, los cinco médicos que tutorea en las tesis para grado científico, de cuya comisión nacional es un prestigioso integrante, los editores del libro en proceso "La prevención del cáncer bucal", o de la nueva edición del Atlas de patologías del complejo bucal, primer premio científico del MINSAP, otorgado hace varios años. Son testigos también sus compañeros de vida política, los que asisten a las sesiones científicas de los viernes, los pacientes que acuden a verlo cada miércoles a la consulta, o los participantes en los cursos impartidos en Argentina, México y Panamá. La rica trayectoria está avalada también por su dedicación a la lucha contra el SIDA. El incansable quehacer científico se refleja además en los más de 100 trabajos publicados en revistas nacionales y extranjeras, en los nueve textos docentes y cinco libros de consulta que, entre otras muchas razones, le hacen merecer el título de Profesor Emérito de la Universidad de La Habana. "Siento orgullo de ser camagüeyano. Para mi tiene una gran significación cumplir los 74 años en mi provincia, he entrado en la tercera edad, rodeado de mis amistades, de mis amigos, de tantas añoranzas que tengo en este pueblo", dice emocionado el prestigioso médico. |
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