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La pobreza es más peligrosa que el terrorismo, VIENA, 5 de diciembre (PL). — La pobreza es el mayor peligro para el mundo y un riesgo para el sistema social incluso superior que el terrorismo y la contaminación ambiental, admitió hoy el ex director general del Fondo Monetario Internacional (FMI) Michel Camdessus.El ex jefe del FMI pronunció una conferencia en la ciudad suiza de Friburgo, donde también admitió la necesidad de dar a la globalización económica un rostro más humano, aceptando de hecho las críticas al neoliberalismo que ha movido hasta al Papa Juan Pablo II a calificar el sistema de capitalismo salvaje. Camdessus, quien desde su posición de máxima autoridad del FMI defendió ese tipo de globalización, dijo ahora que aún cuando esta ofrece oportunidades, se precisan dos condiciones: la responsabilidad y la solidaridad. "Es preciso que alguien pilote el avión". Más aún, adoptó una posición hasta cierto punto crítica o al menos más reflexiva al opinar que las instituciones multilaterales creadas después de la Segunda Guerra Mundial, llamadas de Bretton Woods, como son el FMI y el Banco Mundial, ya no están adaptadas a los desafíos actuales. En ese sentido fue incluso punzante al afirmar que no hay instituciones dignas de ese nombre capaces de articular y poner a punto una política que responda a los grandes desafíos actuales como el medio ambiente, las migraciones o los problemas ligados a los monopolios.Camdessus llegó a decir que el Grupo de los Siete (G-7) integrado por Estados Unidos, Francia, Alemania, Reino Unido, Japón, Canadá e Italia, los países más desarrollados del mundo, carece de legitimidad o, si la tiene, es solo para lo que se supone es capaz de hacer: la concertación monetaria internacional. Después de explicar que los problemas no se resuelven invitando a una que otra reunión a algún jefe de Estado del Tercer Mundo como a veces hace el G-7, Camdessus apeló a la creación de una estructura más legítima, una especie de Consejo de Seguridad Económico como el propuesto por el expresidente de la Comisión Europea Jacques Delors. Camdessus se mostró esperanzado porque, según él, todavía el mundo tiene "una oportunidad histórica", aunque para ello debe luchar contra la guerra, "madre de todas las miserias". Hay que ser socios comerciales honestos de los países pobres y no fingir que se les ayuda mientras se les cierran al mismo tiempo las fronteras, afirmó. |
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