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05/12/2001
Portada de hoy

Primer aniversario de un gesto solidario

¡Voy a llegar a Venezuela caminando, vale!

Desde que el primer avión llegara con pacientes de la Patria de Bolívar el 30 de noviembre del pasado año y hasta igual fecha ahora, se han realizado 23 vuelos y atendidos 1 299 venezolanos en 27 instituciones médicas del país. Allá esperan más de 5 000

ROGER RICARDO LUIS

Leonel del Carmen Isca García salió temprano una mañana de abril del 2000 hacia la casa de sus padres sin pensar que la muerte le rondaba. Tomó la carretera y a los pocos minutos apenas pudo percatarse de una absurda carrera entre dos vehículos. Uno de estos, al adelantar a su contrincante, lo impactó sacándolo de la vía. Él salió disparado por la puerta y, seguidamente, su propio auto le pasó por encima aplastándolo virtualmente.

Foto: JORGE VALIENTEMes y medio inconsciente en terapia intensiva reportado como "Muy grave". Sobrevivió gracias a su fortaleza y juventud. Tras recorrer diversas instituciones médicas venezolanas, gastar más de 30 millones de bolívares (un dólar equivalente, entonces, a 675 bolívares), emplear para ello todos los ahorros familiares y empeñar la casa, el criterio médico fue amputarle el brazo y la pierna más perjudicados en el accidente de tránsito.

Llegó a Cuba en camilla con unos 54 kilos de peso, hecho un verdadero escombro. Quienes ayudaron a bajarlo del avión que lo condujo de Venezuela a Cuba pensaron que no volvería para su país, pues aquel rompecabezas humano sería muy difícil de componer...

Leonel es uno de los más de mil pacientes venezolanos tratados en este primer año del programa de atención médica. Nacido del Convenio Integral de Cooperación, firmado en octubre del pasado año por el Comandante en Jefe Fidel Castro y el presidente Hugo Chávez, al término de la visita oficial del primero a esa hermana nación. Este servicio del más alto nivel científico y técnico se ofrece sin costo alguno para esa nación como un gesto de solidaridad con el hermano pueblo, en especial los sectores más pobres.

El doctor Pedro Llerena González, director del centro de salud La Pradera, convertido en una Venezuela chiquita, informa que hasta el momento se han verificado 23 vuelos y atendido 1 299 enfermos, con quienes han venido una cifra similar de  acompañantes.

Es un esfuerzo conjunto que comienza en la Patria de Bolívar, con la selección de los pacientes bajo criterio médico como primera prioridad. Las solicitudes son recepcionadas en el Palacio de Miraflores, en la Secretaría de la Presidencia, a partir de las peticiones hechas por los solicitantes a las gobernaciones y al Ejecutivo Nacional, muchas de estas entregadas en las propias manos al presidente Hugo Chávez en sus habituales recorridos por el país, como también al llamarle al programa radial Aló Presidente.

Cuando se conforma un vuelo, enfermos y acompañantes son citados para Miraflores y recibidos en el gran Salón de los Gobernadores, para la abrumadora mayoría es la primera visita a la casa de gobierno, un gesto de gran valor hacia estas personas. Allí reciben instrucciones y el reglamento para luego partir hacia el aeropuerto de Maiquetía, donde salen, como regla, por la rampa presidencial mediante un vuelo charter.

En su recepción y atención desde el momento en que arriban intervienen unas 10 instituciones. En La Pradera se hace la historia clínica y son enviados a 27 instituciones médicas del primer nivel, 24 de estas en La Habana, dos en Holguín y una en Santiago. Todo un sistema asistencial con miles de compatriotas, de una forma u otra, en función de este gesto solidario.

Según el doctor Llerena, el nivel de la Medicina en Venezuela es muy alto, pero el costo de la asistencia sobrepasa las posibilidades de atención de los sectores más humildes e, incluso, de la clase media, por eso llegan patologías de todo tipo y muy especialmente en rehabilitación.

"Los resultados son satisfactorios. Para nosotros es motivo de alegría ver lo complacidos que se marchan. Muchas veces nos dicen que se les ha hecho realidad un sueño que en su país era inalcanzable por el altísimo costo de ese servicio", afirma el Director de La Pradera.

En Venezuela, mientras tanto, la lista de espera sobrepasa los 5 000 pacientes.

Casi ocho meses después de su llegada a La Habana, Leonel ya se para y da los primeros pasos. Cinco operaciones reconstructivas, entre ellas una que le puso en su lugar la pierna que le iban a cortar, pues llegó con una torcedura de aproximadamente 45 grados.

Ahora espera que en enero le hagan la intervención quirúrgica maxilofacial para dejarlo, como él dice " ...como Dios me hizo la primera vez, pues la segunda corre a cargo de los cubanos".

"Aquí me han devuelto la vida y me han dado mucho amor y cariño todo el mundo. Lo único que extraño es a mis hijos, como le pasa a mi esposa Lesbia", afirma emocionado.

Leonel es de los promotores de la idea de crear con los 24 niños venezolanos que están ahora aquí recibiendo tratamiento un aula que se llame Bolívar-Martí, entre otras iniciativas para acercar más a ambos pueblos.

"De aquí no solo nos vamos con la salud recobrada —subraya. Hemos conocido a Cuba, a su pueblo, la grandeza de la Revolución. Eso lo diremos a todo el mundo y ayudaremos al presidente Chávez para que haga realidad sus proyectos bolivarianos. La mejor prueba de lo que aquí se hace es cuando me vean allá: ¡Voy a llegar caminando, vale!"

05/12/2001

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