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![]() Concluye nueva ronda de conversaciones migratorias entre Estados Unidos y Cuba Ricardo Alarcón, al frente de nuestra delegación, consideró que no se registraron avances en torno al principal obstáculo migratorio bilateral: la Ley de Ajuste Cubano Mario Muñoz Lozano La ronda 17 para la revisión de los acuerdos migratorios firmados por Estados Unidos y Cuba en 1994 y 1995, concluyó este lunes en el Palacio de las Convenciones de La Habana luego de una jornada de trabajo entre delegaciones de ambos países. En esta oportunidad, la comitiva norteamericana estuvo presidida por James Carragher, coordinador de Asuntos Cubanos en el Departamento de Estado, quien viajó al frente de un equipo de 17 funcionarios del Servicio de Inmigración y Naturalización, la Guardia Costera y de la Oficina de Intereses de Estados Unidos en la capital cubana. Al término de la reunión, Ricardo Alarcón de Quesada, al frente de nuestra comitiva desde los inicios de estos encuentros, manifestó a la prensa que "no podría decir que hayamos avanzado un milímetro de cómo estábamos hace seis meses". El Presidente del Parlamento cubano señaló que no obstante "confía en el valor de la discusión, en que el valor de las ideas, de los argumentos, se abran camino y encuentren su espacio", en clara referencia a la necesidad de ponerle fin a la Ley de Ajuste Cubano, principal instigadora de las salidas y el tráfico ilegal de personas. Explicó que no se obtuvieron resultados concretos, "lo único que se ha hecho aquí es pasar revista a la marcha de unos acuerdos que ambas partes consideran que son muy necesarios, que son muy importantes". Alarcón reiteró que el principal obstáculo para el cumplimiento cabal de la letra del acuerdo es la Ley de Ajuste Cubano y su modo de aplicarla, que contradice el primer párrafo de dicho documento donde se advierte que Washington pondrá fin a la práctica de admitir a los cubanos que llegan de manera ilegal a Estados Unidos. Apuntó que el tema del tráfico de personas, del cual Cuba es una de sus víctimas, se ha convertido en una preocupación tal para la comunidad internacional que la Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Mary Robinson, decretó recientemente a ese flagelo como una de las prioridades de lucha de su oficina para el próximo año. Por su parte, el jefe de la delegación estadounidense indicó a la prensa que su país incrementaría los esfuerzos para evitar el tráfico ilegal de personas desde Cuba. Interrogado sobre las exigencias cubanas acerca de la derogación de la Ley de Ajuste Cubano, el representante norteamericano reiteró, en más de una ocasión, que esta "es una reunión técnica" para la revisión de los acuerdos, los que calificó de un "éxito notable". |
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