Los nueve aserríos de la provincia de Pinar del Río se encuentran trabajando a toda capacidad, para contribuir a la recuperación de los territorios damnificados por el huracán Michelle.

Tras el paso del fenómeno atmosférico, atendiendo a un pedido del Ministerio de la Agricultura, los trabajadores forestales se comprometieron a redoblar esfuerzos, conscientes de la importancia de la madera aserrada para la construcción y reparación de viviendas y otras edificaciones.

Desde entonces la industria solo recesa en el horario de máxima demanda para no consumir energía, y las brigadas de corte permanecen en los bosques de sol a sol.

La provincia pinareña, la mayor productora de madera aserrada del país, se propone concluir el actual año con el aporte de 81 000 metros cúbicos, 15 000 por encima de su record histórico

Ello es posible gracias a un proceso de reanimación de la rama, que durante los últimos años ha propiciado importantes inversiones en la modernización de la industria y de los medios de tala y transportación de la madera en bolo.

Juan José Blanco, su director, dijo que la tarea es ardua, pues se trata de procesar 25 000 metros cúbicos en noviembre y diciembre, ya que solo se acumulaban 56 000 al cierre de octubre.