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24/11/2001
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Aclamado el Ballet Nacional
de Cuba en Washington

Ismael S. Albelo
Especial para Granma

WASHINGTON.— En su segunda noche en la capital estadounidense, el Ballet Nacional de Cuba volvió a repletar la Opera House del Kennedy Center con la puesta de Coppelia, centralizada por Viengsay Valdés y Víctor Gilí. El público, que tributó una cerrada ovación con exclamaciones de ¡Bravo! al final de la obra, interrumpió también a los intérpretes de Swanilda y Franz en muchos momentos de sus ejecuciones: la Valdés en una noche plena de equilibrios, giros seguros y contenidos, y en un vals del primer acto que se recordará como lo más cercano a la perfección; Gilí haciendo gala de su desenfadada simpatía —que provocó la hilaridad de la audiencia —y un inmejorable trabajo como partenaire seguro y presto para hacer brillar a cualquier compañera, con una secuencia de entrechats muy aplaudida en el final del pas de deux.

Ambos se ganaron el reconocimiento del público y el favor de la crítica norteamericana. Félix Rodríguez como el Dr. Coppelius, mostró matices que pocas veces se le han visto en este difícil rol pantomímico, como para hacer reír al más hermético espectador. Hayna Gutiérrez, en un efectiva caracterización del Amanecer; e Ivis Díaz, con soberbias extensiones y equilibrios en la "Oración", dieron el marco idóneo a este cuento de muñecos, redivivo gracias a la historia de Hoffmann llevada a la escena coreográfica por una de las mejores intérpretes de este ballet en todos los tiempos: Alicia Alonso.

La coherencia entre actuación y danza fue, quizá, el elemento de mayor realce de esta primera Coppelia luego de 22 años de alejamiento del templo de las Artes Escénicas de la capital norteamericana. Como en la noche del debut, la orquesta dirigida por Iván del Prado acometió la hermosa partitura de Delibes, que hiciera brotar la envidia del gran Chaikovsky en el siglo XIX, como la sinfonía sonora que merece. Una función memorable para el Kennedy Center y para el Ballet Nacional de Cuba; una noche rayana en la perfección, abundante en talento, comicidad y, sobre todo, en arte.

24/11/2001

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