Opinan Kindelán, Pacheco y Germán

No hay como jugar en el Cuba

OSCAR SÁNCHEZ

Cada victoria hace todavía más grande al deporte cubano, pero la del béisbol empina aún más la estatura de gigante de nuestro pueblo, porque se lleva en la sangre, porque es caña, tabaco, es un sello inconfundible de nuestra cultura, de identidad nacional.

La Primera Secretaria del Partido en Pinar del Río saluda a Yobal Dueñas.

Nada como el testimonio de los protagonistas, muchos de ellos con el pecho apretado y las mejillas humedecidas al llegar a la Patria con el deber cumplido.

"No estuve bien a la ofensiva. Creo que no soy muy bueno a la defensa, pero lo hice bien y fue importante. Mi futuro es ya muy corto, hay quienes piensan que queremos ser eternos, yo nunca quisiera quitarme esta camiseta (la toma con sus manos), porque, además, la llevaré siempre junto al pecho, pero ya es hora de dar paso a los más jóvenes. ¿La carrera hacia home? Lo único que sabía era que tenía que llegar, yo no soy de tirarme, tampoco de correr tan rápido, pero en mis piernas iba todo y la convicción de llegar me hizo barrerme fuerte", dijo Orestes Kindelán.

"Creo que cada campeonato será más fuerte. Estamos frente a jugadores que saben hacer muy bien las cosas en un terreno y tenemos que aprender a descifrar a lanzadores de un pensamiento táctico muy riguroso y profundamente observadores de cada adversario. Creo que el relevo está garantizado, pero el triunfo no nos puede impedir el análisis de lo que nos faltó, solo así podremos garantizar la continuidad de la victoria", comentó Antonio Pacheco, quien apuntó también que sobre su perspectiva en el béisbol "no es bueno dar una respuesta ahora, no quisiera decir algo en este momento que después no hiciera".

Un abrazo, de algunos minutos, pero que pareció eterno, fue una de las escenas más emocionantes en la losa del aeropuerto internacional José Martí. "No empezó jugando, pero yo sabía que él terminaría haciéndolo, y además, en el momento cumbre estaba seguro que la daba, lo conozco muy bien, y con él nunca me equivoco". Profundamente emocionado, como si fuera él mismo quien hubiera pegado el jit de oro en el juego decisivo por el título de campeón mundial, Juan Padilla volvió a abrazar a su compañero de siempre, Germán Mesa.

"Fue un torneo muy fuerte, e indiscutiblemente vendrán otros todavía con mayor exigencia. Sobre el batazo clave, le doy mil gracias a la dirección del equipo por haberme dado esa posibilidad, y más que eso por la confianza que me dio en ese instante, que lo único que te da por pensar es que no solo es la confianza del director, sino que me puso en las manos a todo el pueblo. No podía fallar". Entonces Germán volvió a abrazar a Padilla.

PINAR DEL RÍO RECIBIÓ A SUS CAMPEONES

PINAR DEL RÍO.—Un cálido recibimiento dieron aquí las autoridades de la provincia, del deporte, familiares y pueblo, a los cuatro peloteros de este territorio integrantes del Equipo Cuba.

Una sala polivalente 19 de Noviembre colmada por estudiantes de la EIDE y la ESPA, que celebraban el festival pioneril Por la alegría, sirvió de sede al homenaje a José Ariel Contreras, Yobal Dueñas, Omar Linares y Pedro Luis Lazo.

María del Carmen Concepción, primera secretaria del Partido en la provincia, al darles la bienvenida, patentizó los sentimientos de respeto, admiración y agradecimiento del pueblo pinareño, que al igual que once millones de cubanos, vibró de emoción ante la entereza y demostración de consagración al deporte dada por nuestros campeones.

"Ustedes demostraron que no hay dinero capaz de sustituir ese compromiso con su pueblo", enfatizó.

José Ariel Contreras, uno de los artífices indiscutibles del triunfo, dijo que la victoria comenzó a forjarse cuando comenzaron el entrenamiento, caracterizado por la unidad y la disciplina y destacó la entereza de peloteros como Kindelán, que estando enfermo salió al terreno y lo dio todo por el éxito, consciente de lo que ello representaba para Cuba. (Ronal Suárez).