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09/11/2001
Portada de hoy

En el otro extremo del imán

Los cienfuegueros en la batalla por la recuperación, no dejan margen al descanso en ninguno de los frentes, y siguen el principio de que todo lo afectado debe quedar mejor que antes del paso del huracán Michelle

Ramón Barreras Ferrán

CIENFUEGOS.—Dicen aquí con razón que esta provincia tiene un imán para los huracanes y que la punta que los atrae está cerca de la Ciénaga de Zapata. En cinco años los grandes meteoros se han ensañado con este territorio y han dejado a su paso una estela de destrucción de enormes proporciones. Quiso la casualidad que ambos tuvieran nombres femeninos: Lily y Michelle.

La visita de Fidel a Cienfuegos en este momento tan difícil es un aliento grande para trabajar por la recuperación, dice David Montano.

A esa fuerza desproporcionada de los vientos no hay quien se acostumbre. Es como si todo fuera a volar a la vez sin que pueda hacerse algo para evitarlo. Los embates arrancan grandes árboles de raíz y paredes y techos que parecían eternos, destruyen sembrados y hasta intentan llevarse a los hombres, en una especie de desafío desigual que la naturaleza, fuerte, dañada y agredida, impone.

Foto: AHMED VELÁZQUEZPerla García está segura que volverá a levantar su casa, en este país nadie queda desamparado.

Cuando vuelve la tranquilidad, o mejor dicho, la calma, el panorama se presenta impresionante, como en una película de ficción. Quedan por doquier muchas heridas y hasta se piensa que el huracán, con su prepotencia, quiso eternizar su paso, dejar sus huellas para siempre.

Pero los cubanos, acostumbrados ya a las contingencias, nos resistimos a que así sea y comenzamos de inmediato a restaurar los daños, recoger los escombros y buscar con prontitud una nueva victoria. Cienfuegos es un ejemplo de ello.

Al amanecer del lunes, después de que Michelle abandonó la Isla, una noticia corrió aquí de boca en boca como una suerte de triunfo indiscutible: en todo el territorio cienfueguero no hubo pérdidas de vidas humanas. Ese éxito contrastó felizmente con la información que aportaron los especialistas en Meteorología de que el huracán llegó a tener rachas superiores a los 200 km/h. Ese fue un incentivo singular que motivó el inicio de la fase recuperativa, la que ha tenido un principio bien definido desde el primer momento: trabajar en aras de que todo lo afectado quede mejor y más bonito que antes. Es como el seguimiento real de un combate que comenzó con las primeras medidas de evacuación de personas y protección de los bienes.

NOS ATRASA, PERO NO NOS VENCE

No se cómo se enteraron, pero los obreros agrícolas de la Empresa de Cultivos Varios de Juraguá, en el municipio de Abréus, uno de los más afectados de esta provincia, sabían que Fidel había estado en Cienfuegos poco después de la última racha de viento. La noticia —al parecer— corrió velozmente y llegó hasta los sitios más apartados, a pesar de que aún no ha podido restablecerse totalmente el servicio eléctrico y por tanto no pueden recepcionarse las emisoras radiales y televisivas.

"Ese es un aliento grande para todos en este momento tan difícil", me dijo David Montano, jefe de la granja número dos de esa entidad, mientras extendía la vista y observaba una plantación de frutabomba totalmente devastada. El viento afectó casi todos los cultivos; muy poco quedó en pie. Michelle les dejó un reto: acopiar todo lo posible y emprender la rehabilitación de los campos cuanto antes.

"Pensamos cosechar no menos de 18 000 quintales de frutabomba y unos 3 000 de plátano en esta granja, y volver a sembrar de inmediato sin perder tiempo", subrayó David. "Este golpe nos atrasa, pero no nos vence", dijo con optimismo.

Más de 30 trabajadores laboraban desde el amanecer en la recolección y selección de la fruta y aseguraron que estarían en el campo hasta que cayera la noche. Varios de ellos, según conocí, tienen aún afectaciones en sus hogares y algunos de ellos incluso, mantenían sus pertenencias en las casas de los vecinos.

De esa empresa escribí hace solo unas semanas. El objetivo de aumentar los rendimientos y la producción marchaba satisfactoriamente y el camino se apreciaba despejado. Hoy todo está diferente. "Duele mucho ver lo que nos ha hecho este huracán..., pero seguiremos adelante y Juraguá volverá a ser un ejemplo", aseguró Gonzalo Castillo, el director.

En áreas de la granja número uno apreciamos cómo junto con la cosecha avanza con rapidez la rehabilitación total de los campos. De las 12 caballerías de plátano con que contaba esa empresa, seis podrán recuperarse y las restantes serán sembradas de nuevo.

"No abandonaremos ninguno de los proyectos que llevábamos. Los trabajadores enfrentan cada día con más organización y disciplina que nunca. En los momentos difíciles la gente se crece y aquí se está demostrando", apuntó Castillo.

Un panorama similar tiene la Empresa de Cultivos Varios Horquita, en ese mismo municipio. Y la voluntad de los hombres y mujeres que trabajan allí la tierra se manifiesta igual en cada jornada.

UNA CIUDAD AÚN MÁS BELLA

Manuel Menéndez Castellanos, primer secretario del Partido en esta provincia, lo definió con exactitud: "se recogerán rápido todos los desechos y tendremos cuanto antes una ciudad aún más bella".

Con el apoyo de medios técnicos del MICONS y el MINAZ fundamentalmente, miles de trabajadores ejecutan el saneamiento en todas las calles, avenidas y barrios de la Perla del Sur. Infinidad de metros cúbicos de desechos dejaron los vientos de Michelle al paso por esta región.

"Nadie quedará desprotegido, nadie quedará desamparado", ha reiterado Menéndez Castellanos al referirse a los considerables daños que sufrieron las viviendas en todo el territorio cienfueguero.

Ya comenzaron a llegar recursos asignados por el Gobierno Central, y está definida la estrategia para producir aquí la mayor cantidad posible de materiales de la construcción para levantar de nuevo las casas destruidas y reparar las que fueron dañadas parcialmente.

Por eso Perla García, que perdió su hogar y está hoy con unos vecinos solidarios, confía en que tendrá de nuevo la casita que Michelle le arrebató de un pestañazo.

En el otro extremo del imán el actual huracán de trabajo tiene "fuertes rachas" de solidaridad, esperanza y entrega.

09/11/2001

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