ISLAMABAD, 9 de noviembre.— La aviación de Estados Unidos descargó hoy nuevamente su furia contra las ciudades de Kabul y Kandahar y dejaron al menos 28 muertos, en su mayoría civiles, informa la agencia de noticias Afghan Press Islamic (API), basada en Paquistán.

Reportes difundidos en esta capital precisan que entre las víctimas 24 son civiles y cuatro combatientes de los talibanes.

Una de las bombas destruyó el poblado de Rashed, al norte de la capital afgana, donde mató a 16 civiles.

De acuerdo con la API, los aviones norteamericanos atacaron además la poblacion de Karabagh, a lo largo de la principal carretera que va desde el valle de Panshir a Kabul, y los alrededores de la base aérea de Bangram.

Los talibanes ripostaron con baterías antiaéreas contra los aviones y también bombardearon posiciones de sus enemigos con fuego de artillería.

Del otro lado, la mayoría de los combates se centraron alrededor de Mazar-i-Sharif, donde soldados de la oposición reportan fuertes enfrentamientos.

Sin embargo, señala Prensa Latina, el portavoz de los talibanes desmintió nuevamente informaciones de la Alianza del Norte, según las cuales el grupo opositor ganó terreno en las inmediaciones de la ciudad de Mazar-i-Sharif.

Abdul Henan Hemat, director de la agencia Bakhtar, aseguró a la API que los talibanes reforzaron sus posiciones en Mazar-i-Sharif para hacer frente a la ofensiva de la opositora Alianza del Norte, integrada por minorías étnicas afganas apoyadas por Estados Unidos.

Durante los últimos días, la aviación estadounidense concentró sus ataques contra los principales frentes donde los talibanes se enfrentan a la opositora Alianza del Norte como el de la parte norte de Kabul, que bordea la estratégica localidad de Mazar-I-Sharif en el norte así como en el sur y noreste del país.

Desde el pasado 7 de octubre, la aviación bombardea sistemáticamente a Kabul y otras ciudades afganas en cuyos ataques alcanzaron no pocos objetivos civiles como hospitales, guarderías infantiles, viviendas y almacenes, con saldo de más de 1 500, destaca Prensa Latina.

Una fuerte tensión reina hoy en Paquistán, en medio de manifestaciones y una huelga general, donde la represión policial provocó por lo menos tres muertos y seis heridos de acuerdo con un reporte de la agencia italiana de noticias ANSA desde la ciudad de Peshawar.

Pero, a pesar de la violencia desplegada en algunas ciudades y de la existencia de una opinión pública cada vez más hostil, el gobierno del general Pervez Musharraf parece mantener un sólido control de la situación.

En el incidente más grave, los agentes abrieron fuego en Punjab, a unos 500 kilómetros al sudoeste de Islamabad, contra miles de manifestantes que habían bloqueado una de las principales arterias de Paquistán y una línea ferroviaria cerca de la ciudad de Dera Ghazi Khan.

En todas las ciudades, la mayor parte de los comercios permanecieron cerrados porque se adhirieron a la huelga general organizada por los 35 partidos religiosos del Consejo para la defensa de Paquistán y de Afganistán, y miles de manifestantes se reunieron frente a las mezquitas inmediatamente después de la plegaria de Jumman, del viernes.

En Quetta, en el Belukistán, 15 000 personas participaron en la demostración, sin que se produjeran incidentes; mientras tanto algunos miles desfilaron también en Karachi, Lahore y Rawalpindi.

Fueron actos de violencia que incluyeron el lanzamiento de piedras y la quema de cubiertas de automóviles.

La policía y los militares, en algunas ocasiones armados hasta los dientes, detuvieron a numerosas personas, quizás miles según los activistas religiosos.

En Peshawar, a unos 160 kilómetros de Islamabad, la policía intervino lanzando gases lacrimógenos, para impedir que un grupo de manifestantes obligara a los comerciantes a bajar las persianas de sus negocios pero no hubo heridos.

Los organizadores declararon que la huelga, ayudada por el día de fiesta proclamado hace un año en honor de un poeta, fue "un éxito total".