Cifras

ROLANDO PÉREZ BETANCOURT

Las cifras  pueden jugar en ocasiones el papel de un regador de pistas incitando al juego del detective.

Mirando tras ciertos números, un lector de ojos abiertos no necesitará ni de lupas ni de abultados legajos para llegar a una conclusión tan efectiva como una bofetada en una tarde de histeria.

La UNESCO acaba de emitir una serie de datos relacionados con el mundo de la cultura que apuntan hacia una de esas conclusiones:

El idioma que más se utiliza en Internet—dice la UNESCO— es el inglés con un 47 por ciento. En segundo lugar, muy distante no obstante ser la lengua que más se habla en el mundo, aparece el chino con un 9 por ciento. Luego el japonés, con el 8, el alemán el 6 y el español y el coreano empatados con el 4 por ciento.

Expone la UNESCO que el comercio de bienes culturales (cine, televisión, música, videos, juegos electrónicos, publicaciones, fotografía y otros) se cuadriplicó entre 1980 y 1998.

En billetes sonantes eso significa un salto de 95 mil 340 millones de dólares a 387 mil 927 millones.

(Aunque la Organización de la ONU para la Educación, la Ciencia y la Cultura no lo dice, hasta el menos documentado sabe que financieramente ese tinglado lo rige en gran medida Estados Unidos).

Para calcular lo que rindió solo el negocio de la imagen se estudiaron 185 países. Se llegó entonces a la conclusión de que en 88 de ellos nunca tuvieron industria cinematográfica.

La India, proyectada hacia un mercado muy específico en algunos países seguidores de sus recurrentes melodramas, y en su mayor parte con realizaciones de bajo presupuesto, encabeza la lista de países productores con 693 filmes entre 1994 y 1998. Estados Unidos lo sigue muy de cerca con 661 cintas, aunque como es de suponer se trata de títulos transoceánicos promovidos en todas partes del mundo con un respaldo propagandístico millonario.

Siguen en la clasificación, que comprende cuatro años, Japón con 249 películas, Filipinas, 200, Francia 183, Hong Kong 174, Alemania 119, e Italia 92.

El ingreso de esa industria cinematográfica fue de 16 mil 900 millones de dólares y aunque el informe tampoco lo especifica, se sabe que más del setenta y cinco por ciento del total fue para la gran producción norteamericana.

Cifras, sumas y restas que en el desarrollo de las industrias culturales conducen a pistas tan devoradoras como nada misteriosas.