![]() |
La Sinfónica Nacional en el Centenario de Rodrigo Aranjuez-La Habana, vía Rey Guerra Pedro de la Hoz
De tal manera las instituciones culturales y los músicos cubanos —entre estos últimos, lo han hecho ya, con especial fervor, Aldo Rodríguez y Luis Manuel Molina— reafirmarán su adhesión a la trayectoria de uno de los más universales compositores españoles de nuestro tiempo. La obra de Rodrigo se asocia especialmente a la guitarra, no solo por Aranjuez, quizá el más conocido de todos los conciertos para ese instrumento, sino por Fantasía para un gentilhombre, Concierto andaluz (para cuatro guitarras), Concierto madrigal (para dos guitarras) y cerca de una veintena de obras solistas entre las que destacan Invocación y danza y las versiones que hizo Pepe Romero de Fandango del ventorrillo y Pastoral. Pero no hay únicamente que sentir al maestro en esa agradecida vertiente de su obra. También ha legado piezas emblemáticas para otros instrumentos y orquesta, como son los casos de regalos muy especiales que hizo al cellista Julian Lloyd Webber (Concierto como un divertimento), al flautista James Galway (Concierto pastoral), el arpista Nicanor Zabaleta (Concierto serenata) y el pianista Joaquín Achúcarro (Concierto heroico). |
|